Correa se encuentra en Montevideo, donde participó de la inauguración del Congreso del Movimiento de Participación Popular, el sector político al que pertenece el senador y expresidente uruguayo José Mujica.
El estadista ecuatoriano habló con el periodista Fabián Cardozo, con quien compartió sus visiones sobre la integración regional, el ecosistema de medios y la situación de la izquierda a escala continental. También se refirió al caso de Julian Assange y a la lucha contra la corrupción que libró su país bajo su mandato.
Lea más: David Choquehuanca: ALBA, "una lucha contra la cultura de la muerte"
— Estamos viviendo sin duda momentos convulsionantes en esta América Latina. ¿Usted observa que existe un cierto resurgimiento de los sectores conservadores?
En 2009, de 10 países latinos sudamericanos, ocho tenían gobiernos progresistas, incluyendo Paraguay, por primera vez en su historia con Fernando Lugo. En comparación, claro que hemos retrocedido. Pero compare con los años 90, con la caída del bloque soviético, cuando hablaron del fin de la historia, cuando no había más alternativas que el neoliberalismo y había una hegemonía ideológica impresionante. Hoy estamos muchísimo mejor.
Se ven avances nuevamente, por ejemplo la victoria electoral en las elecciones presidenciales de Ecuador y muy pronto en Brasil, porque el experimento golpista de esa derecha brasileña —que no es una derecha brasileña, es derecha continental e internacional— es un fracaso total.
— En estos tiempos parece incluso que algunos sectores de poder —tal vez el empresariado e incluso los medios de comunicación- han instalado la idea de que los gobiernos progresistas han expresado cierta falta de transparencia.
Segunda mentira, que esa corrupción es patrimonio de la izquierda. El caso Odebrecht ocurrió en 12 países, tanto gobernados por la izquierda, como Ecuador, como por la derecha, como Colombia. Pero usted no escucha nada de Colombia, solo ataques contra países como Ecuador, porque lo están utilizando como arma política para deslegitimar a nuestros Gobiernos.
Lea más: Fiscalía de Ecuador detiene a cinco involucrados en el caso Odebrecht
¿Cuál es la verdad? Nosotros hemos luchado a muerte contra la corrupción. Ya no existe la corrupción generalizada en Ecuador. Es una realidad que antes el que entraba al aeropuerto para pasar migración ya tenía que dar una propina. Para sacar una cédula, también. Ya no existe nada de eso. ¿Cuál es la corrupción que queda? La de un traidor deshonesto, que recibió una coima en una cuenta en un paraíso fiscal.
¿Cómo se evita eso? Eso se evita solo como hemos hecho en Ecuador a través de consulta popular: prohibiendo a los funcionarios públicos que tengan cuentas en paraísos fiscales y, en caso de descubrir estas cosas, sancionarlas con todo el rigor de la ley.
— La izquierda no ha logrado entrar de fondo en el debate sobre la propiedad de los medios de comunicación…
Desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa es la voluntad del vigía de la imprenta. Si existen estos bienes privados, debe haber una gran regulación del Estado, el representante de la sociedad, para garantizar ese derecho. Eso es lo que no quieren [los propietarios]. Eso no lo entienden, se creen por encima del bien del mal y que como son negocios privados, pueden hacer lo que les da la gana con ese derecho de los ciudadanos que es la información.
— ¿Qué le espera al sur y a nuestra región con señales como las que vienen del norte en el caso de Donald Trump?
Creo que puede darse una reacción similar, además de que está desarticulando a la propia derecha [estadounidense]. El discurso de la derecha era monolítico, neoliberalismo en el corazón del neoliberalismo y del libre comercio. Y ahora viene Trump y le dice no al libre comercio, y propone proteccionismo. La derecha no sabe qué hacer. La China comunista es el heraldo de la globalización a nivel planetario y ahora resulta que EEUU, tradicionalmente el país más capitalista, propone el proteccionismo.
Lea más: Correa asegura que "falta un discurso regional contundente contra Trump"
— Usted habla de más unidad en los países de la región. Sin embargo los procesos de integración como el Mercosur y Unasur parecen estar debilitados o paralizados.
Tengo que decir también que incluso cuando llegaban Gobiernos de derecha respetaban principios básicos: la democracia, el deseo de integración. Como se rompieron todos los límites, todos los escrúpulos, ahora ni siquiera se respeta eso. Deliberadamente hay un boicot a la integración regional por parte de ciertos Gobiernos.
— ¿Ecuador va a insistir con el caso de Julian Assange?
Suecia siempre pudo investigar a Assange en la embajada. Se pasaron cuatro años para eso. En ese tiempo prescribieron algunos casos y, tras el último interrogatorio, la fiscal retiró todo[s los cargos]. Nunca estuvo acusado, era solo para investigar. Resulta que todavía no puede salir de la embajada porque Gran Bretaña considera que violó su libertad condicional.
Es decir, buscan cualquier pretexto para seguir abusando de los Derechos Humanos de Julian Assange, para seguir con su prepotencia. Imagínese por un momento si hubiéramos hecho una décima parte de eso, tener un tipo sin permitir que salga de una embajada durante cinco años. Ya tendríamos a la Corte Penal Internacional y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Pero aquí no pasa nada. Toda la solución en estos momentos está en manos de Gran Bretaña. Ya no puedo hablar como Gobierno, pero creo que es una política de Estado, una tradición de Ecuador. Seguiremos garantizando los Derechos Humanos de Julian Assange y el asilo que le hemos concedido soberanamente.
Lea más: Correa: Ecuador cumplió su deber respecto a Assange
— Usted tiene un diálogo y un vínculo de mucho afecto con Uruguay y está aquí por invitación del expresidente José Mujica, con quien tiene una relación de mucha cercanía. Recuerdo que no hace mucho, en épocas de campaña electoral en Ecuador, dijo que Uruguay era un modelo a seguir…
Insisto, para mí siempre es un honor venir a Uruguay, que es un ejemplo para nosotros, un país muy querido. Más aún teniendo la invitación de un queridísimo amigo como Pepe Mujica, que siempre vino a Ecuador cuando lo hemos necesitado. Cuando lo hemos llamado para compartir conversaciones o foros, siempre ha estado ahí. También quisiera saludar al presidente Tabaré Vázquez, que muy amablemente me llamó para decir que no me iba a poder atender. No pudimos hablar: yo también estaba por Bolivia. Me dijo que no iba a estar en la ciudad y que me mandaba un abrazo. Es otro querido amigo.
— Ahora que dejó la presidencia, ¿cuál es su presente y su futuro político?
Correa: resultado de comicios en #Ecuador puede apuntalar a gobiernos progresistas https://t.co/jCxuYyuTmv pic.twitter.com/W5fnQjN7Lr
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 3 de febrero de 2017
Créame que nunca me ha interesado mi presente y futuro político. Solo me interesa servir a mi patria. Creo que he dado todo lo que pude estos diez años. Estoy cansado. Tengo una deuda enorme con mi familia, que ha sido la gran sacrificada. Me voy a vivir unos años a Bélgica, de donde es oriunda mi esposa. Además mis hijas están estudiando una en Bélgica y otra en Francia, entonces voy por la reunificación familiar y devolverle a mi familia un poco todo lo que le he quitado estos años.