"Traje declaraciones y documentos que a mi juicio demuestran que a lo largo de los años los cofres de los partidos se engordaron a través de cuentas corrientes mantenidas con empresas contratantes de Petrobras, desequilibrando la paridad de armas en el pleito (electoral) y configurando abuso de poder económico; a mi juicio solo eso ya bastaría para anular la candidatura", dijo este viernes, en la cuarta jornada del juicio.
Benjamin es el juez que se mostró más tajante a la hora de concluir que Temer (Partido del Movimiento Democrático de Brasil) y Rousseff (Partido de los Trabajadores) se beneficiaron de donaciones ilegales procedentes de la trama corrupta de Petrobras; junto con él también estarían dispuestos a condenarles los magistrados Luiz Fux y Rosa Weber.
Empezó no empezando: el juicio contra #Temer y #Rousseff en memorables tuits https://t.co/iESi9HJYgf pic.twitter.com/cwOES70Dka
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 4 апреля 2017 г.
Por otro lado, serían partidarios de la absolución Napoleão Nunes Maia Filho, Admar Gonzaga Neto y Tarcisio Vieira de Carvalho Neto (los dos últimos fueron nombrados por el Gobierno de Temer en abril y mayo de este año).
Mendes fue uno de los magistrados que presionó para que las declaraciones de los exdirectivos de Odebrecht —que dijeron a la Justicia que Temer y Rousseff estaban al corriente de las donaciones ilegales— quedaran fuera de este proceso judicial.
Los magistrados partidarios de dejar de lado los testimonios de los directivos de esta constructora contratista de Petrobras argumentaban que las declaraciones no constaban en la acción penal que abrió el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) —el perdedor de las elecciones— en 2014 pidiendo que se investigara el supuesto abuso de poder económico y político de la candidatura Rousseff-Temer.
A pesar de que las posturas manifestadas por los magistrados hasta el momento pronostican una absolución, cualquiera de ellos podría cambiar de opinión en el último momento o podría pedir más tiempo para analizar el caso, lo que obligaría a continuar el juicio ya en el segundo semestre del año.
Si finalmente Temer es condenado, el presidente perdería su cargo automáticamente y el Congreso Nacional tendría 30 días para escoger un sustituto, mientras que Rousseff perdería sus derechos políticos y durante ocho años no podría ser candidata a ocupar cargos públicos.