La amabilidad de Macron con Putin contrastó con el lance casi pendenciero en el que se enzarzó días antes con el jefe de Estado norteamericano, Donald Trump.
El columnista de Sputnik y exdirector de la cadena Euronews Luis Rivas, interpreta que "ha sido un encuentro (entre Macron y Putin) de buena sintonía entre ambos mandatarios. No ha habido ni una rivalidad, ni un duelo como pudo pasar con el presidente norteamericano, y lo que se ha visto en la gestualidad es un empeño entre ambos de avanzar en las relaciones y poner fin a todas las fricciones que han marcado las relaciones entre Moscú y París en estos últimos años".
"En lo referente a las relaciones bilaterales, quiero que sigamos desarrollando esos lazos e intensificándolos", lanzó Macron en la rueda de prensa conjunta con Putin. Unas palabras que habrán aturdido y causado escozor en varios líderes occidentales.
En este sentido, Macron llamó a actuar de manera "exigente y pragmática" para desarrollar las relaciones entre Moscú y París. "Quisiera que entre los representantes de nuestras sociedades existieran intercambios más fuertes, un diálogo constructivo, un mayor aporte mutuo". Para Macron es imprescindible la creación de una estructura similar a la que existe entre Moscú y Berlín, la cual permite que haya un acercamiento de los jóvenes, los científicos, y los hombres de negocios.
"Rusia se abre a Europa", fue otra de las frases de Macron, por si no había quedada clara su postura. Al respecto, Rivas explica que el mandatario galo "ha aprovechado este 300 aniversario de la visita de Pedro el Grande a Francia, el zar que se abrió hacia Europa, para hacer un paralelismo entre la efemérides y esta visita de trabajo de Putin".
El analista expresó que Macron también insistió en que "le gustaría que los problemas europeos fueran discutidos con Rusia, y ha sido muy claro en decir que todas las disensiones, las divergencias que pueden haber entre París y Moscú, no se pueden superar sin la participación de Rusia".
Asimismo, el líder de Francia se manifestó dispuesto a fortalecer la cooperación con Rusia sobre Siria fuera de la coalición internacional. Y a renglón fue, no un paso, sino varios, más adelante: "no se puede permitir que se disuelva el Estado sirio y que empeore la situación en la región". Algo que habrá significado un gran revés para todos los países que quieren fragmentar al país árabe.
Para Luis Rivas, esto implica que "Francia está intentando a través de su nuevo presidente marcar una distancia con EEUU, siendo miembro de la OTAN y de la Unión Europea. Quiere dejar claro que puede actuar por su cuenta y que puede tener algún pensamiento diferente a las conclusiones que se pueden sacar entre aliados.
El periodista echa mano a la historia para explicar la postura del presidente francés: "En esta línea Emmanuel Macron está siguiendo algo de la política de Charles de Gaulle, que intentaba mantener una cierta equidistancia entre EEUU y Rusia, y que a pesar de las alianzas, puede tener una postura, en ciertos momentos, al menos aparentemente independiente".
Además, en referencia a Siria, el inquilino del Elíseo declaró que el uso de armas químicas en el país árabe es "la línea roja" y será "un motivo para responder" si se repite.
Así aludía a la denuncia contra Asad que realizó la oposición siria el 4 de abril por el supuesto ataque con armas químicas en la ciudad de Jan Sheijun, que se saldó con más de 80 muertos. Tras ello, el canciller francés, Jean-Marc Ayrault, acusó al Gobierno legítimo de Bashar Asad del ataque: "Sabemos que se utilizó una sustancia potente que condujo a la muerte de más de 80 personas, es el gas sarín", dijo al término de una reunión del Consejo de Seguridad de Francia.
Según Ayrault, las conclusiones se basaban en los resultados de la investigación por la inteligencia francesa de las muestras tomadas en el lugar inmediatamente después del ataque. "Si los servicios secretos franceses tomaron ellos mismos esas muestras, significa que tenían acceso libre a esa región controlada por los grupos de la oposición siria vinculados con Al Qaeda", respondió el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
Pero sacó más conclusiones la cancillería rusa sobre la investigación presentada por el Gobierno francés. Sentenció que "en el informe sobre el supuesto uso de armas químicas en Siria hay muchas incoherencias patentes, lo que evidencia la escasa calidad de la investigación". Y lo fundamentó apoyándose en el propio informe elaborado por Francia donde se hablaba del uso de granadas de mano cargadas con gas sarín y lanzadas desde un helicóptero sirio.
"Es algo inverosímil y nunca visto en la historia de la existencia de armas químicas… Una munición tan tóxica representa peligro para quienes la usan", indicaba la nota de la diplomacia rusa.
Luis Rivas opina que la línea roja que marcó Macron "fue más bien de cara a la opinión pública, que de cara a la realidad, porque si entramos en los detalles está claro que Francia a lo largo de estos últimos años ha estado apoyando también a grupos sirios de oposición que ellos consideran moderados, pero que para el resto de los partícipes internacionales en el conflicto sirio, de moderados tendrían poco, y serían islamistas de otro tipo", concluye Rivas.
