El presidente ruso ha formulado su deseo de ver a China como un socio en la revolución del transporte en Eurasia. Así declaró a Sputnik un experto del Instituto de Estudios Internacionales Contemporáneas de la Academia Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores Andréi Volodin.
"Es obvio que Rusia es un corredor de transporte esencial entre el este y el oeste. Y el este no solo incluye a China, sino también a toda la región de Asia y el Pacífico, incluyendo el nordeste y el sudeste asiático. Y cualquier iniciativa es una contribución al desarrollo de la revolución del transporte de la cual en Eurasia se habla desde hace mucho tiempo. Por lo tanto, la declaración de Putin sobre el apoyo a la iniciativa de los chinos es muy buena y correcta, sin perjuicio a los intereses de cualquier país. El presidente ruso subrayó en particular que los países de la UE son libres de unirse a esta iniciativa ya que simplifica en gran medida la ruta desde Europa Occidental hasta Asia Oriental", dice Volodin.
"Por un lado, la iniciativa 'Un cinturón, una ruta' inicialmente era completamente china. Pero ahora debido a estas nuevas declaraciones del líder ruso tiene el potencial para formar la base para la convergencia de tres proyectos muy importantes: la Unión Económica Euroasiática, la Organización de Cooperación de Shanghái y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático. De este modo, China tendrá contacto con las principales asociaciones regionales, donde resulta fácil ponerse de acuerdo y eliminar barreras".
La UE podría ser uno de los motores de la integración global gracias a su poder financiero y científico, así como la experiencia administrativa en proyectos de integración, puntualizó Lomanov. Sin embargo, la UE se ha apartado de estas oportunidades, al parecer por razones ideológicas. Se ve su renuencia a la cooperación directa con la Unión Económica Euroasiática, sigue habiendo un prejuicio ideológico contra China, explica el experto.
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A su juicio, China no puede dejar de comprender que la situación en el mercado de trabajo a largo plazo puede llegar a ser muy tenso. Debido a la introducción de tecnologías de ahorro de mano de obra, existe el riesgo de que muchos chinos se queden sin trabajo en algún momento futuro.
Por lo tanto, China debe intentar compensar esta posible falta de puestos de trabajo proporcionando empleo dentro de China y en el extranjero a través de la implementación de este tipo de proyectos a gran escala. Por lo tanto, la analista está absolutamente segura de que la iniciativa rusa de una gran alianza euroasiática corresponde a los intereses de China.
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Sin embargo, como lo sugiere a Sputnik el jefe del programa 'Rusia en la región de Asia y el Pacífico' del Centro Carnegie de Moscú Alexandr Gabúev, no se puede esperar resultados de esta cooperación inmediatamente.
"Está claro que tales negociaciones no se realizan de forma rápida. En la primera etapa hay que lograr un acuerdo sobre la eliminación de las barreras entre los países y la mejora de los términos del comercio. En la segunda es posible hablar de una reducción mutua de las tarifas. El emparejamiento de la Unión Económica Euroasiática con la Ruta de Seda es un largo pero importante proceso que permitirá solucionar muchos problemas que hasta ahora nos han impedido dar un salto económico", pronosticó Gabúev. Según los expertos, el efecto más tangible de esta fusión se verá no antes de 10 años.