"Durante la conversación se examinó la situación actual en Siria, también en el contexto de la discusión sobre la cuestión siria en el Consejo de Seguridad de la ONU", dice el comunicado de la Cancillería rusa publicado al término de la conversación telefónica de Lavrov y Al Mualem.
El pasado martes la Coalición Nacional de Fuerzas Opositoras y Revolucionarias de Siria denunció 80 muertos y 200 heridos a causa de un supuesto ataque químico en la ciudad de Jan Sheijun (provincia de Idlib) del que acusan a las tropas gubernamentales.
Más tarde una fuente en las Fuerzas Armadas de Siria informó que el Ejército no tiene armas químicas y que las declaraciones de la oposición son propaganda antigubernamental.
Siria se unió a la Convención sobre las Armas Químicas después de que en agosto de 2013 en el arrabal damasceno de Guta Oriental varios centenares de personas fueron víctimas de un brutal ataque químico.
Su renuncia a las armas químicas fue resultado del acuerdo de EEUU y Rusia sobre la destrucción de esos arsenales bajo control de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), lo cual permitió evitar la intervención de Estados Unidos en Siria y le granjeó a la organización el Premio Nobel de la Paz 2013.
No obstante, en el junio de 2016 el Departamento de Estado de EEUU publicó un informe que acusaba a Siria de seguir empleando armas químicas contra sus propios ciudadanos y que podría seguir almacenando armamento químico.
Por su parte, el entonces Alto Representante Interino de la ONU para Asuntos de Desarme, Kim Won-soo, declaró que los expertos de Naciones Unidas siguen sin poder confirmar la total destrucción en territorio de Siria de las instalaciones para la producción de armas químicas.