"Llamamos a Rusia y a Irán, una vez más, a ejercer su influencia sobre el régimen sirio y garantizar que este tipo de horrible ataque no ocurra nunca más", dijo Tillerson.
El jefe de la diplomacia estadounidense añadió que "como autoproclamados garantes del cese del fuego negociado en (las negociaciones intersirias de) Astaná, Rusia e Irán también comparten una gran responsabilidad moral por estas muertes".
El Departamento de Estado calificó este 04 de abril el ataque químico en Siria como un crimen de guerra.
Más temprano, la Coalición Nacional de Fuerzas Opositoras y Revolucionarias de Siria denunció que 80 personas murieron y otras 200 resultaron heridas a causa de un ataque con armas químicas en la ciudad de Jan Sheijun, en la provincia de Idlib, del que acusó a las tropas gubernamentales.
Por su parte, el Mando del Ejército de Siria declaró que las fuerzas sirias no emplearon armas químicas en la gobernación siria de Idlib y no las usarán.
La declaración, cuya copia está a disposición de Sputnik, responsabiliza del ataque con armas químicas a grupos armados de la oposición y sus patrocinadores.
El texto añade que los extremistas, "siempre cuando no consiguen lograr sus objetivos", hacen todo "para justificar sus pérdidas sobre el terreno ante sus patrocinadores".