Maggi aseguró que los establecimientos cárnicos que comentan tres infracciones "gravísimas" en el periodo de un año no podrán vender su carne "ni en Brasil ni en el exterior".
El presidente Temer firmó también la elevación del límite máximo de la multa máxima que se les puede aplicar a estas centrales, que pasaron de 15.000 reales (unos 4.000 dólares) a 500.000 reales (unos 160.000 dólares).
Según el ministro, el reglamento "deja fuera la interpretación de la norma", ya que con las nuevas medidas "todo será más previsible y transparente: la empresa podrá mirar y entender lo que está escrito".
Por su parte, el secretario ejecutivo de la cartera, Eumar Novacki, afirmó que con el reglamente antiguo las normativos podían usarse de manera más blanda y que las nuevas medidas rectifican esa situación.
El pasado 17 de marzo la Policía Federal de Brasil dio a conocer la operación "Carne Fraca" (Carne Débil, en portugués).
Según las investigaciones varias empresas cárnicas maquillaban el olor de la carne caducada a través de productos químicos, inyectaban agua para aumentar el peso de algunos productos y cambiaban el embalaje con la fecha de caducidad.
Además dichas compañías habrían sobornado a los inspectores del Ministerio de Agricultura para obtener licencias y evitar inspecciones en sus frigoríficos.
Hasta ahora son 21 las empresas sospechosas de fraude.