"Dudo que haya algún político en Brasil que haya sido elegido sin la caja 2", como se llama popularmente a la financiación ilícita, dijo Odebrecht a inicios de marzo en su declaración ante el Tribunal Superior Electoral, según cita del diario O Estado de S. Paulo.
Según el empresario, que se encuentra preso e investigado por el mayor caso de corrupción de la historia de Brasil, de los recursos que su empresa destinaba a campañas electorales, el 75 por ciento eran pagos fuera del sistema oficial.
"La caja 2 era para nosotros y creo que para todas las empresas como natural; los valores definidos por los candidatos estaban tan por debajo de lo que iban a gastar, que era imposible no financiar la mayor parte de las donaciones con la caja 2", declaró el empresario.
Odebrecht afirmó que los sobornos destinados a parlamentarios o a cargos ejecutivos podían provenir de la caja 1 o de fuera, pero aseguró que no todos los fondos de la caja 2 destinados a financiación de campañas entrañaban una contrapartida específica.
El ejecutivo consideró que no solo él sino toda la sociedad se equivocaron al permitir pasivamente que se sostuviera el esquema de financiación ilegal de campañas y desvíos del sector público.
"El Gobierno sabía y la sociedad y yo también que para actuar con (la empresa petrolera estatal) Petrobras, el empresario tenía que atender los intereses políticos de esa sección. Yo hacía la vista gorda, la sociedad hacía la vista gorda y todo el mundo hacía la vista gorda", dijo.
Esta nueva fase de la operación anticorrupción no se dirige directamente hacia los políticos, sino que investiga a personas y empresas vinculadas a ellos.
Además, también se está investigando el entorno de los senadores Humberto Costa (Partido de los Trabajadores), Valdir Raupp y Renan Calheiros (ambos del Partido del Movimiento Democrático Brasileño).
Calheiros presidió el Senado hasta el pasado mes de diciembre, cuando el Supremo lo apartó porque al estar imputado por un presunto delito de corrupción no podía seguir en la línea sucesoria de la presidencia de la República.
Este operativo no tiene relación con la lista que el procurador general de la República, Rodrigo Janot, entregó al Supremo la semana pasada con los nombres que deberían investigarse por el caso de corrupción de Odebrecht.
Las investigaciones, no obstante, sí se relacionan con esta empresa constructora, ya que son posibles gracias a las delaciones premiadas que sus directivos hicieron hace tiempo.
Estas confesiones con detalles sobre el esquema de corrupción fueron homologadas por el Supremo a principios de este año, posibilitando así su uso por parte de los investigadores de la gran causa conocida como "Lava Jato" (lavadora de autos en portugués).