En esta audiencia, que tiene lugar en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, donde se centralizan todas las investigaciones de la Lava jato, el juez pregunta a los delatores sobre si aportaron las informaciones de forma "libre y espontánea", sin coacción por parte del Ministerio público Federal.
Junto con Marcelo Odebrecht hay otros 76 ejecutivos y exdirectivos de la empresa que aceptaron explicar cómo funcionaba la trama de sobornos, lo que se espera que salpique a decenas de políticos del más alto nivel.
Pero para que estas declaraciones se tornen públicas Lúcia tiene que decidir qué hacer con ellas; si homologarlas ella misma o entregárselas al próximo relator de la Operación Lava Jato en el Supremo, que aún no ha sido nombrado.