Aunque los cargos gubernamentales otomanos se han negado en varias ocasiones a precisar las medidas que podrían tomar si Washington mantiene su alianza con las YPG, Ankara es capaz de obstaculizar la estrategia de EEUU en la región, por ejemplo, prohibiendo a los estadounidenses el acceso a las bases de la Fuerza Aérea en el sur del país otomano, utilizadas por EEUU para las operaciones en Siria e Irak, o bien profundizando en la cooperación con Rusia, observan los autores del artículo.
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"Las FDS son nuestro socio más capacitado para aislar rápidamente Al Raqa", cita el artículo al portavoz del Departamento de Defensa, Eric Pahon.
Sin embargo, todavía no está claro qué grupo se encargará de liberar la localidad, subrayan los periodistas.
"Mientras la ciudad se encuentra en proceso de aislamiento, vamos a seguir perfilando las próximas fases junto con nuestros aliados y socios, incluyendo Turquía", enfatizó Pahon. "Todavía no se han tomado decisiones sobre las fuerzas que se utilizarán en la liberación de Al Raqa".
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No obstante, para el país otomano, la situación va más allá de la política exterior. Ankara hace hincapié en que, con el apoyo a las YPG, EEUU socava directamente su seguridad nacional.
"Tenemos evidencias que confirman un claro vínculo entre el PKK, el PYD —Partido kurdo sirio de Unión Democrática— y las YPG en Siria", sostuvo Ibrahim Kalin, portavoz del mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan. "Algunos de los atacantes suicidas que cometieron atentados en Turquía el año pasado habían sido entrenados y provenían de la región que está bajo el control del PYD y las YPG", añadió Kalin.
Tanto los oponentes como los partidarios del uso de las fuerzas kurdas en la operación en Al Raqa señalan que la Administración Trump apenas tiene tiempo para tomar una decisión, advierten Kenner y O'Toole.
Sin embargo, incluso si EEUU respalda la operación de las FDS para liberar Al Raqa, los desacuerdos con Turquía podrían dañar la operación.
"La situación es muy complicada, estamos al borde de un conflicto violento", declaró el copresidente de la rama política de las FDS, Ilham Ahmed.
"Seguimos recibiendo apoyo de EEUU, pero, en caso de que continúen los ataques de Turquía, no podremos concentrar nuestros esfuerzos en Al Raqa", explicó.
Debido al conflicto entre las fuerzas dirigidas por los kurdos y Turquía, estas también han ido acercándose al Gobierno del presidente sirio, Bashar Asad, al entregarle el control de varias localidades en las proximidades de la línea fronteriza con Turquía. Según los autores, es probable que los kurdos esperen que las tropas sirias sirvan de potencial freno al avance otomano.
El militar sigue de cerca la política internacional, puesto que de ella depende el éxito de la campaña. Waleed, no obstante, está seguro de que sus tropas deben ir a Al Raqa, sin importar si a Washington le gusta eso o no. El comandante de las Brigadas Sultan Murad admite que, con el apoyo de EEUU, la operación sería más fácil. Además, recordó con nostalgia los días que su grupo recibía el apoyo estadounidense. El militar no sabe por qué se detuvo esta asociación, y el Pentágono, según él, "se dirigió al PKK".