"Estamos decididos a trabajar con el nuevo Gobierno" de EEUU y "confiamos en que podemos revigorizar las relaciones y la cooperación entre los dos países", dijo el canciller a periodistas.
En opinión de Cavusoglu, los vínculos diplomáticos bilaterales se han visto opacados por dos problemas que surgieron al final de la administración de Barack Obama (2009-2017), el apoyo de Washington a las Unidades Kurdas de Protección Popular (YPG), que en el marco del conflicto sirio establecieron una suerte de autonomía en el norte de ese país, y la extradición del clérigo Fetullah Gülen, asilado en EEUU.
Turquía se opone a la cooperación entre EEUU y las YPG, a las que considera vinculadas con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), proscrito por Ankara que lo cataloga como organización terrorista.
El Gobierno turco reclama asimismo a EEUU que extradite a Gülen, a quien acusa de estar detrás del intento golpista de julio de 2016.