La medida del Europarlamento que podría acabar con la UE
La decisión del Europarlamento se funda en que aún pesa sobre los ciudadanos de Polonia, Croacia, Chipre, Rumanía y Bulgaria, una restricción a su libre ingreso a territorio estadounidense.
El también analista internacional incide en que "la UE quiere mostrar un poco de músculo y decirle al Gobierno norteamericano que no va a aceptar sin más estas políticas". No obstante, el profesor intuye que "es posible que EEUU responda con medidas más duras".
"Cuando la UE dice libre circulación de capitales, de mercancías y de personas, y convierte esta ideología en la lógica central de la integración europea, pues tiene que aplicarlo. Pero una cosa es el espíritu de la ley y el espíritu político de la UE, y otra cosa es la realidad", apunta Fernández Steinko.
"Si la dinámica del multilateralismo se pone en duda y las políticas a aplicar son unilaterales, la política de visados es la primera víctima, la más clara y evidente de todas, pero seguramente no la única", señala el experto.
Fernández Steinko se fundamenta en la historia: "desde luego, las élites europeas estaban aterrorizadas después de la Segunda Guerra Mundial con los principios de unilateralidad, que empiezan por los visados y acaban por los acuerdos internacionales de comercio, porque ven en ellos uno de los orígenes del triunfo de los Gobiernos fascistas en el período de entreguerras, el encapsulamiento comercial de los países, etc".
Volviendo al presente y a la medida tomada por el Europarlamento, el profesor indica que "esto es muy peligroso si se extiende al comercio internacional, y seguramente se va a extender, porque los acuerdos internacionales, sobre todo los acuerdos multilaterales están basados en mecanismos de reciprocidad".
"La UE está intentando mostrar músculo y cierta solidaridad con ciertos miembros del bloque, pero esto puede generar desencuentros dentro de la UE. Podría haber algunos socios que intenten firmar acuerdos bilaterales que incluyera acuerdos de visados con EEUU al margen de las instituciones europeas, y eso podría ser una fuente de erosión adicional de la cohesión de la UE y del proyecto europeo. Es una dinámica que no se sabe cómo termina", señala el analista, y explica que seguramente "los norteamericanos han calculado ya el coste y lo están aplicando conscientemente".