Las reacciones de América Latina, en la que solo Chile, Perú y México son parte del TPP, muestran una enorme incertidumbre sobre cómo se va a configurar la economía mundial en los próximos años, según las opiniones expresadas a Sputnik por autoridades, empresarios y expertos.
China, el nuevo campeón
La caída del TPP "es una señal de poderío para China, que se alza como superpotencia y gran impulsor de la apertura comercial", rol que consolidó con la firma de diversos acuerdos con Latinoamérica en el marco de la Cumbre de la Alianza del Pacífico celebrada en noviembre pasado, afirmó a esta agencia el sociólogo chileno Alberto Mayol.
Pekín anunció el martes que apoya acuerdos comerciales transparentes y beneficiosos para todas las partes.
"China aboga por acuerdos comerciales regionales que sean abiertos, transparentes y mutuamente beneficiosos", dijo la portavoz de la cancillería china, Hua Chunying, en una rueda de prensa.
Pekín está "dispuesto a trabajar con todas las partes teniendo en cuenta la diversidad económica y regional y respetando los principios de inclusión y apertura", agregó.
De hecho, China y Corea del Sur acudirían en marzo a una reunión en Chile, en la que participarían otros firmantes del TPP así como países de la cuenca del Pacífico, para discutir un nuevo acuerdo, según el canciller chileno Heraldo Muñoz.
Solo tres
Así lo expresaron a esta agencia los exportadores peruanos.
"Mirando a largo plazo, se nos corta una línea de desarrollo que era muy importante para el exportador peruano", dijo el gerente de estudios económicos de la Asociación de Exportadores de Perú, Carlos González.
La situación es muy delicada para México, no solo por la caída del TPP, sino porque Trump quiere renegociar el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte y construir un muro en la frontera con su vecino para impedir el ingreso de inmigrantes.
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En otros países, como Colombia o Uruguay, fuentes empresariales y analistas pidieron cautela y advirtieron que, en lo inmediato, la caída del TPP no los afecta, e incluso, podría beneficiarlos.
"Las primeras decisiones (de Trump) generan incertidumbre, vamos a ver cómo evolucionan, quizás Uruguay termine en los hechos, comercialmente, con una oportunidad al respecto", dijo a Sputnik Nóvosti el presidente de la Comisión de Industria, Energía, Comercio, Turismo y Servicios del Senado de Uruguay, Álvaro Delgado.
El hecho de que Trump haya querido "salirse del TPP nivela un poco las cargas entre los países latinoamericanos para exportar a Estados Unidos", señaló el colombiano Camilo Thomas, analista de la firma comisionista Alianza Valores, pues si el acuerdo entraba en vigencia "solo se beneficiarían Chile, México y Perú".
#Sanders apoya a #Trump en retirada de #EEUU del #TPP que beneficia solo a "corporaciones" https://t.co/guQmg6qgzR pic.twitter.com/WT9hrNQZ1z
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De igual modo se manifestó el presidente de la Asociación de Comercio Exterior de Brasil, José Augusto de Castro, que considera que ahora el país vuelve a estar en "igualdad de condiciones" con sus competidores.
¿Suicidio o guerra comercial?
Sin embargo, nadie tiene certeza sobre el alcance y los efectos del nuevo proteccionismo estadounidense.
Para la economista chilena Luz María Koch, académica de la Universidad Finis Terrae, la salida del TPP "es un suicidio comercial" por parte de EEUU.
"Lo que busca Trump es proteger y potenciar la industria local, pero eso debiera ser para ambos lados, porque se le cierra la puerta a las importaciones, pero también se ponen trabas a las exportaciones de Estados Unidos y a sus principales destinos", observó.
El sociólogo Mayol estima que las ideas del mandatario "molestan mucho" a la elite política y empresarial de su país, pues ponen en riesgo la importante agenda exterior de la potencia, ya que el magnate "sostiene una visión unitaria de los países, sin pensar en la geopolítica a nivel global".
Así, la agenda de Trump puede fracasar y su presidencia convertirse en "solo ilustrativa", mientras las decisiones las toman actores poderosos como "el complejo militar, el complejo científico y la inteligencia estadounidenses", conjeturó.
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Con todo, otras fuentes ven con preocupación el nuevo rumbo de Washington, que podría desatar una guerra comercial con China y sumir al mundo en una prolongada inestabilidad económica.
"Podría preverse la elevación de aranceles contra China, la repatriación de las empresas estadounidenses (…) y penalidades para la salida de capitales estadounidenses al extranjero", alertó a esta agencia el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, Gary Rodríguez.
Derechas descolocadas
En todo caso, el hecho de que el campeón del liberalismo económico dé un giro tan drástico, muestra "la crisis de la globalización neoliberal" y "deja descolocadas a las derechas regionales", dijo a Sputnik Nóvosti el historiador argentino Leandro Morgenfeld, autor de 'Vecinos en Conflicto y Relaciones Peligrosas: Argentina y Estados Unidos'.
"Trump muestra el fracaso de su apuesta por la apertura neoliberal y, además, les provoca un problema político: cultivar el alineamiento con la Casa Blanca es más complicado con un mandatario que genera tanto rechazo entre los hispanos", analizó.
Es una buena oportunidad por tanto "para retomar la senda de la coordinación política y la integración regional latinoamericana", afirmó.
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De modo similar se expresó el colombiano Mario Valencia, subdirector del Centro de Estudios del Trabajo.
Para Morgenfeld, "la única vía para enfrentar este mundo en crisis y tener una relación no subordinada con Estados Unidos y otras potencias extra-hemisféricas es integrando a los 33 países de América".
Espacios como la Unión de Naciones Sudamericanas y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños permitirían desarrollar estrategias más autónomas, concluyó el historiador.