Obama escogió otras prioridades, como las operaciones especiales, y su administración condujo la persecución y muerte del líder de la red terrorista Al Qaeda, Osama bin Laden, su mayor logro en este terreno.
Esta es una cronología de hechos que pautaron las luces y sombras de su política antiterrorista.
Muerte de Bin Laden
En un discurso a la nación, Obama calificó el operativo como “el logro más significativo hasta la fecha de EEUU para derrotar a Al Qaeda” y aseguró que el asesinato estaba legalmente justificado, aunque más tarde rechazó que se publicaran fotos del cadáver de Bin Laden.
La muerte del líder del grupo terrorista permitió a Obama declarar la victoria sobre Al Qaeda y le abrió camino para comenzar a cumplir una de sus promesas de campaña, el retiro de las tropas estadounidenses de Afganistán, que invadieron al país el 7 de octubre del 2001 bajo la administración de Bush para encontrar a Bin Laden y a otros jefes de Al Qaeda y derrocar el régimen del Talibán, encabezado por el mulá Mohammad Omar.
Debilitamiento de Al Qaeda
Por otro lado, la retirada de las fuerzas de EEUU de Irak a finales de 2011 dejó el campo abierto para la consolidación de una serie de grupos extremistas que nacieron tras la ocupación estadounidense de 2003, resultado tanto del conflicto bélico como de nuevas divisiones sectarias que dejó el ordenamiento del país promovido por Washington.
Uno de esos grupos fue Daesh, autodenominado Estado Islámico, que pasó también a actuar en la guerra civil siria a partir de 2011.
Daesh
El origen de Daesh data de 2003, cuando se constituyó en uno de los grupos islamistas que salieron a combatir la ocupación estadounidense, en este caso como organización afiliada a la red Al Qaeda en Irak.
Obama anunció la formación de una amplia coalición internacional compuesta por 66 países para derrotar a Daesh el 10 de septiembre de 2014, que no consiguió frenar la expansión del grupo por varias ciudades de Irak y de Siria.
Solo tras la implicación de Rusia en el conflicto sirio la organización terrorista comenzó a sufrir derrotas más significativas.
Primavera árabe
Los levantamientos populares contra regímenes autoritarios de Túnez, Egipto, Libia y Siria, conocidos en Occidente como la Primavera Árabe, comenzaron en los primeros días de 2011 y de inmediato recibieron el apoyo de Washington.
En el caso de Egipto, un efímero movimiento democrático desembocó en una nueva dictadura, encabezada por Abdelfatah al Sisi.
El 20 de octubre de 2011, una coalición liderada por EEUU, violando la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU que establecía únicamente un régimen de exclusión aérea sobre Libia, bombardeó recintos gubernamentales de ese país árabe y alcanzó el convoy del líder libio Muamar Gadafi, quien fue luego capturado y asesinado por combatientes rebeldes.
Sin embargo, el suceso libio que más dañó al Gobierno de Obama fue el ataque armado al consulado estadounidense en Bengasi (noreste), en el que resultaron muertos el embajador Chris Stevens y miembros de su personal, el 11 de septiembre de 2012.