Mientras el presidente electo, Donald Trump, no esperó hasta el Día de la toma de posesión para "insertarse en la política exterior", Obama parece incapaz de "irse en silencio hacia la noche". Durante los últimos meses de su mandato el mandatario firmó una serie de órdenes ejecutivas y leyes de última hora.
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"Cuando no está creando desorden para su sucesor, Obama está ocupado redactando su legado, el cual culminará en una repetición de los momentos históricos de su presidencia como parte de un discurso de despedida", apunta la periodista.
No obstante, añade, existen numerosas cosas que preferiría que caigan en el olvido.
Fracasos económicos
De esta manera, un menor número de impedimentos regulatorios habría alentado la creación de nuevos negocios y la inversión de capital, dando el impulso necesario a la productividad.
"Un crecimiento económico más fuerte habría devuelto a las deserciones de mano de obra al mundo laboral", expresa.
No obstante, con la elección de Trump surgieron nuevos signos de optimismo, y las encuestas indican que las empresas tienen planeado aumentar el gasto de capital.
"Aunque este optimismo tendrá que ser ratificado por los resultados, el mensaje a Obama es inconfundible: no dejes que la puerta te golpee en la salida", sentencia la columnista.
Caída de los demócratas
Además, los republicanos ahora tienen 33 gubernaturas y pronto ejercerán pleno control —gubernatura y ambas cámaras de la legislatura estatal— en 25 estados, en comparación con cinco de los demócratas.
Así, los demócratas han perdido 12 gubernaturas, 13 escaños en el Senado y 69 escaños en la Cámara de Representantes durante los dos mandatos de Obama, lo cual implica "una devastación total del partido en todo el país".
"Generalmente un legado se considera un regalo que se transmite de una generación a otra. Para el Partido Demócrata, el legado de Obama es todo menos esto", enfatiza.
Mantén a tus amigos cerca
Baum recuerda que durante su conferencia de prensa de fin de año Obama habló de su respuesta sobre los supuestos hackeos por parte de Rusia de los correos del Comité Nacional Democrático durante las elecciones presidenciales de 2016.
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En aquella ocasión el presidente saliente indicó haberle dicho al presidente de Rusia, Vladímir Putin, que "lo cortara".
"Lo siento, Sr. Presidente, pero el mundo no tiene miedo de usted y de sus amenazas vacías. Los 8 años de su liderazgo han dejado a EEUU disminuido, con la autoridad moral comprometida y la política exterior hecha añicos", afirma Baum.
Obama también rompió la alianza de 36 años con Israel y permitió la aprobación de la Resolución 2234 del Consejo de Seguridad de la ONU, "un acto vengativo que desalienta las negociaciones bilaterales".
Nación dividida
Según la autora, Barack Obama ha promovido la idea de que las fuerzas policiales están inclinadas en contra de los ciudadanos de raza negra. Asimismo, rechazó que la oleada de crímenes violentos era consecuencia del "efecto de Ferguson" —la muerte fatídica de Michael Brown a manos de un policía en la ciudad de Ferguson en 2014—.
El que no debe ser nombrado
Asimismo, un atentado "brinda una oportunidad para el presidente de sermonear a la nación sobre la necesidad de leyes de control de armas más estrictas", apunta. De esta manera, llamar a algo por su propio nombre no resolverá el problema, pero "evitarlo hace que Obama parezca tonto".
Todo el mundo recuerda el escenario dorado con columnas griegas en que Obama pronunció su discurso de aceptación en la Convención Demócrata de 2008. Sin embargo, no se puede esperar el mismo esplendor de la despedida del presidente.
"A diferencia de 2008, cuando Obama se centró en la esperanza y el cambio, la audiencia de 2016 tendrá los resultados en la mano para determinar si la esperanza estaba equivocada y el cambio no valía la pena", concluye Baum.