Recientemente, el comandante de la Armada iraní, Habibollah Sayyari, anunció que pronto se iban a realizar unas grandes maniobras llamadas Velayat-95 en el océano Índico y en las aguas colindantes a las costas de Irán.
En el transcurso de estas maniobras se realizarán simulacros de combate naval y se probarán nuevos misiles antibuque y vehículos no tripulados.
De acuerdo con la revista Foreign Affairs, Occidente está observando los movimientos de Irán con mucha atención, especialmente los planes relacionados con la creación de bases navales en Siria y Yemen.
La base en Siria, por otra parte, permitirá a Teherán proyectar sus operaciones en el Mediterráneo, cerca de las costas de Europa. Según el autor, estas instalaciones también le darán al país persa la oportunidad de abrir rutas de abastecimiento directas con los combatientes de organizaciones como Hezbolá y Hamás.
Además, las bases militares en Siria y Yemen tendrán una gran importancia para Irán después de que Sudán cerrara sus puertos para la Armada iraní. La última vez que los barcos persas echaron el ancla en los puertos del país africano fue en 2014.
En este contexto, el establecimiento de las bases navales iraníes en Siria y Yemen ayudará a Irán a restablecer el equilibrio de fuerzas en la región e impedirá los suministros de petróleo provenientes de Arabia Saudí.
En noviembre de 2016, Habibollah Sayyari también declaró que Irán planeaba aumentar su presencia en el golfo Pérsico y en el de Omán.
Además, desde 2014, periódicamente han aparecido noticias de que Irán quería iniciar la construcción de su primer portaviones. Las autoridades iraníes confirmaron estas informaciones en diciembre de 2016 y comunicaron que, junto a su primer portaviones, Irán planeaba crear submarinos nucleares y otros tipos de navíos.