Los puertos de Slite y Karlshamn, ubicados en la isla de Gotland y la provincia de Blekinge, respectivamente, planearon beneficiarse del proyecto de Nord Stream-2 al crear puestos de trabajo y generar un beneficio de más de cinco millones de dólares, destaca el medio Svenska Dagbladet.
En particular, los militares temen que "Rusia coloque dispositivos de reconocimiento en las tuberías del gasoducto para espiar a Suecia", cita el medio.
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Por su parte, la ministra de Exteriores del país escandinavo, Margot Wallstrom, declaró que el Gobierno toma en cuenta "todas las opiniones". Anteriormente, la titular comentó que Estocolmo no apoya el proyecto Nord Stream-2, pero no tiene razones jurídicas para frenar la construcción.
Aunque no forma parte de la OTAN, Suecia se está acercando a la Alianza Atlántica mientras los partidarios de la incorporación en el bloque fomentan sentimientos sobre un peligro proveniente del país eslavo.
Al mismo tiempo, los planes y las acciones de Suecia respecto a más cooperación con la OTAN ya generaron advertencias de una posible respuesta por parte de Rusia.