Este nuevo proyecto es de gran interés para Rusia, ya que le permite llevar su gas más allá de las costas alemanas, a los usuarios en Europa Occidental y Central, subraya el artículo.
Esto podría ser un golpe para los países de Europa Central y del Este, que temen que el gas ruso pase directamente por Alemania, dejando a algunos países en la periferia del negocio del gas.
El analista hace referencia a los aranceles cobrados por el transito del gas. Países como Eslovaquia y Polonia ganan dinero por el gas ruso que llega a Europa Occidental a través de sus territorios. En ese sentido, la creación del Nord Stream 2 dejaría como ganadores a los países occidentales de la Unión Europea y como perdedores, a los del Este.
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No en vano, son las compañías alemanas, francesas, holandesas y austriacas las que han cerrado negocios y firmado alianzas con Gazprom. Mientras tanto, Angela Merkel, canciller alemana, ha defendido el proyecto del nuevo gasoducto, asegurando que se trata de un proyecto económico y no político.
Expertos polacos, por otro lado, aseguran que el "gas siempre tiene relaciones con la política, especialmente cuando se habla de gas ruso", por lo que consideran la situación como injusta.
#Polonia planea recibir gas por la tubería Nord Stream-2 https://t.co/hfN0SPmgAq pic.twitter.com/55vXC6lOVF
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 23 июня 2016 г.
Además, los países de Europa del Este no entienden como la UE puede sancionar a Rusia por la situación en Ucrania y al mismo tiempo apoyar un proyecto que permitirá a Moscú el uso de los gasoductos que se encuentran en territorio ucraniano.
"El gasoducto Nord Stream 2 destruirá a Europa, más allá de que sea construido o no", señaló Radoslav Sikorski, exministro de Asuntos Exteriores de Polonia.