En paralelo a las elecciones políticas, varias propuestas fueron sometidas al juicio de la ciudadanía. Solo en el estado de California, los votantes debieron expresarse sobre 17 cuestiones sociales, impositivas, sanitarias o judiciales.
Los californianos rechazaron la obligatoriedad del uso de preservativos en la industria pornográfica con un 53,9%. No obstante, aceptaron una propuesta para favorecer la educación multilingüe que cosechó el visto bueno de la mayoría de los votantes (72,4%). En ese estado, el 62,9% aceptó aumentar en dos dólares los impuestos al tabaco. Colorado también subirá el precio de los cigarrillos por decisión del 53,7% del electorado.
El uso medicinal de la marihuana fue aprobado por Arkansas (53,2%), Florida (71,3%) y Dakota del Norte (63,7%). En Montana, se amplió el alcance de la legislación ya existente en esta materia.
En los estados de Washington, Arizona, Colorado y Maine, las propuestas para aumentar los salarios mínimos gradualmente en el curso de los próximos años recibieron el beneplácito de los votantes.
La muerte asistida para los pacientes terminales con un pronóstico de vida de seis meses o menos será legal en el estado de Colorado, con el apoyo de un 64,6% de los votantes. Kansas e Indiana garantizaron el derecho a la caza de sus ciudadanos con un 81,3% y un 78%.
Dos estados votaron en cuestiones relativas a derechos sindicales: Alabama y Virginia. El primero aceptó con un 69,6% de votos una propuesta para prohibir a los empleadores establecer reglas sobre la pertenencia a los sindicatos. El segundo dejó en manos de los votantes una enmienda para elevar a la Constitución una ley similar, lo que fue rechazado por un 52,5%.