"Llamo a las autoridades de Bielorrusia a introducir una moratoria oficial sobre el cumplimiento de las sentencias de muerte, dando de este modo un primer paso para renunciar a la pena de muerte", dijo Viktorin, citada por la página web de la UE.
El 4 de octubre el Tribunal Supremo bielorruso dejó sin cambios la sentencia de Serguéi Ostrikov, de 33 años, acusado de abuso sexual y asesinato de dos mujeres y condenado a muerte, lo que provocó la preocupación de la UE.
Según los datos de la Fiscalía General hasta el fin de junio, los tribunales del país pronunciaron tres sentencias de muerte a partir de enero y dos el año pasado.
Bielorrusia es el único país europeo donde se aplica la pena de muerte, circunstancia que impide su rehabilitación como invitado especial a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE).
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En 1996 los bielorrusos se pronunciaron con 80,5% de votos por mantener la pena de muerte en un referéndum nacional.
