Los últimos sondeos de intención de voto para las elecciones presidenciales de Estados Unidos indicaron que la candidata demócrata Hillary Clinton cuenta con un apoyo del 46%, frente al 45% del candidato republicano Donald Trump.
Más allá de la fiabilidad de los resultados arrojados por el sondeo, lo que indican las cifras es que, en Estados Unidos, para ser un candidato serio a la Presidencia hay que pertenecer a alguno de los partidos mayoritarios.
"Si algo hemos visto en la experiencia de Estados Unidos es que el sistema bipartidario terminó radicalizando por derecha y dando aliento a fórmulas de carácter populistas racistas y xenófobas. La idea de que el bipartidismo tiende a la moderación ya no es real", dijo a Sputnik el sociólogo y politólogo argentino Atilio Borón.
Borón consideró además que el bipartidismo terminó de expulsar a Bernie Sanders de la contienda presidencial. Alguien con una postura más "progresista" jamás sería aceptado por el "establishment", aseguró, y añadió que esto quedó claro cuando la Corte Suprema levantó los límites a las empresas para financiar a los partidos políticos.
Pero no limitó su análisis a Estados Unidos. Aseguró que los efectos del bipartidismo pueden ser rastreados en América Latina. En Chile, explicó, bajo este sistema hubo un "fenomenal" desplazamiento del centro de gravedad de la política hacia la derecha, y que lo mismo ocurrió en Perú, donde el sistema produjo dos partidos de "extrema derecha radical".