Los expertos opinan que este acontecimiento es una prueba fehaciente de que en las disputas políticas y militares, EEUU entiende la fuerza mejor que cualquier otra cosa.
Necesidad de una súper bomba
A principios de la moratoria, el arsenal de Washington incluía 7.500 cargas nucleares y termonucleares de un total de 17,3 gigatones de equivalente de TNT. Mientras tanto, en 1960, el número de cargas aumentó hasta 18.600, y el total subió hasta 20,5 gigatones.
Como resultado, a principios de 1960, llegó el peligroso período de crecimiento de la capacidad nuclear de Washington. Además, la Unión Soviética estaba rodeada por una red de bases militares estadounidenses y de la OTAN.
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) October 21, 2016
En el contexto de una situación militar y política complicada, el 31 de agosto de 1961, las autoridades soviéticas anunciaron la suspensión de la moratoria para las pruebas nucleares.
Esta afirmación fue seguida por una serie de nuevos ensayos nucleares soviéticos, que iban a culminar con la prueba de una bomba súper potente.
Nuevo diseño
En 1961, la creación de una súper bomba a corto plazo, se encargó al primer centro nuclear soviético, el lugar de origen del diseño de armas nucleares rusas, la Oficina de diseño-11 en Arzamas-16.
Inicialmente, el AN602 fue ideado como una estructura de tres niveles: la carga nuclear del primer escalón (capacidad de 1,5 megatones) provocaba la reacción termonuclear en el segundo escalón (capacidad de 50 megatones), y este a su vez desencadenaba la reacción de fisión del uranio-238, que formaba la base del tercer escalón (su capacidad también sería de 50 megatones). Como resultado, la potencia total del AN602 superaba los 100 megatones.
Pero esa opción fue rechazada por un nivel muy alto de contaminación radioactiva, resultado de la fisión del uranio-238. Entonces, los componentes de uranio del tercer escalón se sustituyeron por sus equivalentes de plomo, lo que reducía a la mitad la potencia de la bomba.
Preparación para la prueba
El tren bomba —que se veía desde el exterior como un vagón absolutamente normal— partió hacia su destino.
Teniendo en cuenta una serie de factores, incluyendo el clima, la prueba de la bomba fue programada para el 30 de octubre.
El enorme tamaño de la bomba —8 metros de largo y 2 de diámetro— influyó en la construcción del avión que la iba a transportar. La bomba no cabía en la aeronave, por eso se cortó una parte del fuselaje y se instaló un dispositivo para fijarla.
Explosión récord
A las 9 de la mañana del 30 de octubre, terminaron las operaciones de preparación y se inició el cumplimiento de la misión. El avión Tu-95-202 con la bomba a bordo y la aeronave laboratorio Tu-16A despegaron hacia la Tierra de Zembla.
La bomba fue lanzada desde una altura de 10,5 kilómetros contra un objetivo condicional ubicado dentro del polígono nuclear. La explosión se produjo a las 11:33 a una altura de 4 kilómetros.
La luz de la explosión fue tan brillante que, a pesar de que el cielo estaba cubierto de nubes, resultó visible incluso a una distancia de 1.000 kilómetros. El gigantesco "hongo" nuclear se elevó a una altura de casi 70 kilómetros. En la isla Dikson a unos 800 kilómetros del epicentro de la explosión, estallaron las ventanas de las casas.
Los resultados de la prueba confirmaron la potencia de cálculo de la explosión de 50 megatones. Lo que es diez veces más que la capacidad total de todos los bombardeos realizados durante la Segunda Guerra Mundial, incluyendo los bombardeos atómicos estadounidenses sobre Hiroshima y Nagasaki.
Las mediciones tras la prueba demostraron que la contaminación radioactiva de la explosión prácticamente no presentaba ningún peligro para los participantes del ensayo ni los habitantes de las localidades cercanas al polígono, ni las áreas de pesca.
Se hizo evidente que la súper bomba fue un éxito total, y que, teóricamente, era posible crear cargas termonucleares de cualquier potencia (prácticamente, su potencia se limita al valor que provoca una destrucción tectónica irreversible de la Tierra).
Paridad alcanzada
Después del ensayo, EEUU dejó de aumentar su capacidad nuclear, y el 5 de agosto de 1963, se firmó el Tratado de Moscú que prohibía las pruebas nucleares en la atmósfera, en el espacio y bajo el agua.
Por lo tanto, la prueba del 30 de octubre 1961 jugó un papel crucial en el logro de la paridad de las armas nucleares entre la URSS y EEUU.