"Al analizar las declaraciones histéricas sobre Alepo, se me ocurrió una explicación sencilla: Occidente busca salvar a sus 'comandos' y consejeros militares cercados en la urbe", escribió la columnista del periódico ruso Vzglyad, Irina Álksnis, en su cuenta de Facebook.
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"Según opinan varias fuentes al corriente de la situación, los grupos islamistas radicales asediados en Alepo tomaron como rehenes a los consejeros militares y chantajean a Occidente con sus vidas", opinó la periodista.
Esta teoría explica también el sí ruso a la iniciativa de la ONU sobre la retirada de varios grupos armados de la localidad. "Es un método para sacar de Alepo a los consejeros occidentales", precisó Álksnis.
Rusia está dispuesta a dejar salir a los oficiales de EEUU y otros países, opina la autora.
"Occidente ha creado a este monstruo [los yihadistas]: que el propio Occidente sea el que negocie con él la liberación de sus ciudadanos. Pero el monstruo se quedará en Alepo hasta que sea destruido", destacó Álksnis.
Aunque la propia autora admite que su idea puede rayar en la teoría conspiratoria, a su juicio, "el rompecabezas combina" de manera lógica.
"Si los radicales ejecutan en directo a los militares occidentales después de que estos revelen los secretos de sus Gobiernos, será un enorme golpe para ellos". Así explica la periodista la necesidad de solucionar el asunto cueste lo que cueste.
¿Confirmación indirecta?
Los países occidentales acusan tanto al Gobierno sirio como a las Fuerzas Aeroespaciales rusas de "cometer crímenes de guerra" y amenazan a ambos con seguir aislando a Rusia e, incluso, con introducir nuevas sanciones contra la economía del país eslavo. Y obvian mencionar que en las partes de Alepo bajo el control del Gobierno sirio permanecen 1,4 millones de habitantes que sufren atentados y ataques con morteros por parte de los yihadistas, radicados en la parte este.
En las acusaciones tampoco se mencionan las fuerzas de los yihadistas presentes, como tampoco su negativa a participar en cualquier tregua y las acciones directas destinadas a impedir la evacuación de la población civil —entre 80.000 y 250.000 personas restantes en el este de la urbe—.
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Los esfuerzos de Occidente por frenar la ofensiva del Ejército sirio en Alepo ya generaron preguntas por parte de Rusia acerca de los objetivos reales de estas declaraciones y medidas contempladas, que parecen beneficiar a los grupos extremistas.
