La Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) 142 establece que el gasto público no podrá crecer más que la inflación durante las próximas dos décadas, lo que el Gobierno considera vital para sanear las arcas públicas y mandar un mensaje de austeridad a los inversores.
Para garantizar que la medida salga adelante Temer permitió que este lunes dos de sus ministros no trabajen y se dediquen a convencer a los diputados de sus respectivos partidos: el ministro de las Ciudades, Bruno Araújo (Partido de la Social Democracia Brasileña) y el de Minas y Energía, Fernando Coelho Filho (Partido Socialista Brasileño).
Además, este domingo Temer organizó una cena en el Palacio de la Alvorada para 200 diputados de su base aliada en la que remarcó que es "indispensable" fijar un techo a los gastos públicos, y pidió responsabilidad a la clase política.
"Con esta propuesta estamos cortando en la carne y cualquier movimiento o acción corporativa que pueda manchar la medida del techo de los gastos públicos no puede ser admitida", dijo, según recoge la prensa local.
Incluso antes de que sea votada en la Cámara la oposición, liderada por el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) ya pidió al Tribunal Supremo Federal que declare inconstitucional la PEC 142 y que se suspenda su tramitación hasta que la corte se pronuncie.