En concreto, el informe apunta a que el Producto Interior Bruto (PIB) de la mayor economía de América Latina caerá un 3,88 por ciento en 2016, es decir, una previsión un 0,02 peor que la realizada en la semana anterior, mientras que la inflación seguirá manteniéndose en el 7 por ciento, lo que continúa por encima del limite teórico establecido por el Consejo Monetario Nacional (CMN).
En su primera rueda de prensa como ministro de Finanzas, Meirelles no dudó en apuntar su intención de imprimir un "cambio de rumbo" a la política económica de Brasil y señaló su compromiso de combatir la inflación e incluso recurrir a la adopción de la Contribución Provisional Sobre los Movimientos Financieros (CPMF) para reducir el déficit público.
"Lo que no es posibles es continuar como estamos: la población y, en consecuencia, el Congreso, estamos preparados para escuchar una evaluación realista, correcta, honesta del escenario y de lo que es necesario hacer para que podamos tener de vuelta la creación de empleos y la recomposición de la renta", concluyó Meirelles.
La institución dirigida por la francesa Christine Lagarde apuntó que en el presente año Brasil no solamente repetirá el pésimo resultado económico de 2015, es decir, una caída del 3,8 por ciento del PIB y la pérdida de 1,5 millones de puestos de trabajo, sino que será el país más afectado por la crisis junto a Ecuador y Venezuela, cuyos PIB se contraerán un 4,5 y un 8 por ciento respectivamente.