Según la opinión más difundida, la agresión aérea en la capital yemení fue llevada a cabo por la coalición liderada por Arabia Saudí. Uno de los ataques más mortíferos en el conflicto provocó más de 140 muertes y dejó heridas hasta 600 personas.
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'Apoyo incondicional' a Riad
A pesar de estas garantías de Londres y Washington, Andrew Smith, portavoz de la Campaña del Reino Unido contra el Comercio de Armas (CAAT), comentó a Sputnik que las "prioridades [del gobierno británico] son claras" cuando se trata de reprender a Arabia Saudí por supuestos delitos en Yemen.
"Lo que estamos viendo es que el gobierno pone continuamente la exportación de armas por encima de los derechos humanos y ofrece apoyo al gobierno de Arabia Saudí, una de las dictaduras más brutales del mundo que ha desencadenado una crisis humanitaria en Yemen", afirmó Andrew Smith a Sputnik.
El ataque aéreo del fin de semana contra una procesión funeraria en Saná forma parte de una larga lista de supuestos ataques saudíes contra personas y objetivos civiles y numerosas violaciones del derecho internacional humanitario.
"No se puede confiar en que Arabia Saudí se investigue a sí misma por crímenes de guerra. Es un régimen que trata a su propio pueblo terriblemente, un régimen que ha demostrado una y otra vez que menosprecia los derechos humanos. Debe realizarse una investigación internacional independiente, pero además, hay que poner fin a la venta de armas y los bombardeos", declaró Smith.
¿Dificultades con la venta de armas?
Los críticos han acusado al Reino Unido de sacar provecho de la miseria de Yemen con la venta de armas [por valor de 4.000 millones de dólares] de Londres a Riad desde marzo del año pasado, lo que provocó acusaciones de que Gran Bretaña es cómplice de la violación de la ley internacional.
"Desde el comienzo del mes de agosto [de 2016] hemos visto la destrucción de hospitales, escuelas, fábricas de alimentos y ahora un funeral. El mensaje que se está enviando es que no hay ningún lugar seguro en Yemen para la gente yemení, y que el bombardeo no contribuye al establecimiento de la paz en la región, sino que hace la situación terriblemente peor. Es una catástrofe humanitaria y por desgracia, el gobierno del Reino Unido es cómplice en ella", lamentó Smith.
"Esta va a ser una oportunidad de penetrar realmente en la relación entre el gobierno del Reino Unido y Arabia Saudí y para revelar los intereses de la relación con las empresas de armas y la forma en la que el gobierno ha trabajado estrechamente con las empresas de armas. Creemos que estas exportaciones de armas no solo son amorales sino también ilegales", explicó Smith.
"Los criterios de exportación de armas, expuestos en los documentos del Reino Unido, son muy claros: si hay riesgo de que estas armas puedan ser utilizadas para violar el derecho internacional humanitario, las ventas no deben seguir adelante. Está claro que hay riesgo. Este bombardeo ha sido condenado por las Naciones Unidas, por Human Rights Watch, por Amnistía Internacional, Oxfam, por casi todas las ONGs que tienen a su gente en la región. Los únicos quienes parecen estar diciendo lo contrario son la Fuerza Aérea saudí y Boris Johnson [ministro de Asuntos Exteriores del Reino unido]", concluyó.
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