"El hecho de que Ucrania aún no ha publicado información del radar sugiere que el lanzamiento de un cohete (si se trataba de un Buk), se produjo desde el territorio controlado por las Fuerzas Armadas de Ucrania", explicó Koban en una reunión sobre la situación del aire en la región del accidente con Boeing.
Por su parte, la empresa de defensa rusa Almaz-Antey afirmó que cerca del Boeing de Malaysia Airlines no había objetos aéreos de terceras partes que habrían podido provocar la catástrofe.
"El radar (Utes-T) no detectó ningún objeto aéreo de terceras partes cerca del avión malasio, a excepción de dos aeronaves civiles con los números 1775 y 4722. La primera aeronave se había cruzado con el avión malasio mucho antes del accidente, y la segunda se encontraba a unos 30 kilómetros", dijo en rueda de prensa Víctor Mesheriakov, el subjefe de diseño de la empresa Lemz (parte de Almaz-Antey) que había fabricado el radar.
Mescheriakov añadió que "no se detecta la presencia de objetos extraños hasta el momento de la destrucción del avión"
El 17 de julio de 2014, un Boeing 777 de la compañía Malaysia Airlines que realizaba el vuelo MH17 de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue alcanzado por un misil cuando sobrevolaba la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania.
A bordo de la nave se encontraban 298 personas, en su mayoría holandeses. No hubo supervivientes. El 13 de octubre de 2015, el Consejo de Seguridad de Holanda, país que encabezó la investigación internacional de la catástrofe, presentó su informe final que atribuye el siniestro al impacto de un misil lanzado desde un sistema de defensa antiaérea Buk.