Anteriormente, el colectivo periodístico Bellingcat realizó su propia investigación —que más tarde fue entregada a la Fiscalía holandesa— en la que culpaba a Rusia por la catástrofe. Sin embargo, un informe publicado por la revista rusa Novaya Gazeta desmiente las informaciones publicadas por Bellingcat.
Ambas investigaciones —la encabezada por Holanda y la del colectivo de periodistas— indican que el avión fue derribado por un misil del sistema antiaéreo Buk-M1, construido por el consorcio ruso Almaz-Antey, que tras la catástrofe también realizó sus propias investigaciones sobre el derribo y cuyas conclusiones fueron usadas y criticadas más tarde por Bellingcat. Sin embargo, el informe —de 31 páginas— recientemente publicado por la revista Novaya Gazeta desmiente la teoría de Bellingcat. Su autor, Mijaíl Malyshevski, es colaborador del consorcio ruso.
Estas son las conclusiones del especialista que evidencian los errores, fallos y mentiras del informe publicado por el grupo Bellingcat.
El tipo de misil
Después de la tragedia, los medios de comunicación occidentales informaron de que el avión había sido derribado por un misil Buk, más exactamente por "el nuevo misil ruso" 9M317, que posee de forma exclusiva el Ejército ruso, para lo que se aportó como prueba los materiales encontrados en la zona de la tragedia.
Por otro lado, los impactos sufridos por el avión MH17 tienen un tamaño de entre 13 y 14 milímetros, mientras que los elementos explosivos que contiene el misil 9M317 tienen un calibre mucho menor, algo que demostraría que este proyectil no pudo haber causado esta clase de agujeros en el fuselaje de la aeronave.
"La manipulación de la opinión pública es evidente", asegura el experto, que explica que, culpando a los misiles rusos, se fijaba en la opinión pública mundial la culpabilidad rusa en la tragedia.
Además, agrega Malyshevski, la versión de que la catástrofe fue causada por un misil de la serie 9М38 —los antecesores de los 9М38M1— "fue intencionalmente ignorada", aunque esta sería la versión que finalmente acabaría adoptando el informe del Consejo de Seguridad de Holanda.
Las pruebas realizadas por Almaz-Antey
El consorcio ruso Almaz-Antey fue llamado desde el principio a participar de la investigación que llevaba a cabo la comisión internacional creada para esclarecer las causas del siniestro. En el marco de los trabajos de investigación, la empresa realizó dos experimentos.
La segunda prueba confirmó la teoría de que para el derribo se empleó un misil 9M38 con una ojiva 9N314 —sin perfiles doble T— y más concretamente una modificación con una ojiva especial.
Los resultados de la investigación de Almaz-Antey, desafortunadamente, fueron usados parcialmente y de forma errónea por Bellingcat para extraer sus propias conclusiones, "sacando las fotos de su contexto" y sin explicar qué perseguía el consorcio con la realización de las dos pruebas, según explica el experto.
El lugar de lanzamiento del misil
El consorcio también refutó la versión del Consejo de Seguridad de Holanda sobre la trayectoria del misil que derribó el vuelo MH17.
Conclusiones
De esta manera, las supuestas contradicciones que contiene el informe de Almaz-Antey de las que habla Bellingcat y que, probablemente, aparecerán en el nuevo informe del Consejo de Seguridad de Holanda, fueron refutadas por Malyshevski.
"Bellingcat usa fotografías e información sacadas de contexto, intencionalmente confunde a los lectores internacionales, quienes en su gran mayoría no tienen conocimientos técnicos especiales", concluye el autor.
Los errores cometidos por Bellingcat también fueron denunciados por otros expertos. Por ejemplo, el colectivo periodístico afirma que el lugar desde el que se produjo el lanzamiento del misil estaba en la zona controlada por los milicianos del Donbás, los cuales, según la versión de Occidente, coordinan sus acciones con Rusia, algo que ha sido desmentido por el Kremlin en repetidas ocasiones.
Asimismo, para determinar cuál es la trayectoria de un misil se precisan más de 50 segundos. Sin embargo, el vuelo de un Buk es inferior a este tiempo. Además, Bellingcat precisó con un margen de error de entre 3 y 4 kilómetros el lugar desde el que fue lanzado el proyectil que acabaría derribando el avión, aunque este estrecho margen de error está fuera del alcance de la precisión de los sistemas espaciales de EEUU.
El 17 de julio de 2014 un Boeing 777 de la compañía Malaysia Airlines con 298 personas a bordo, que volaba de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue derribado en la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania, donde el Ejército gubernamental libraba combates contra las milicias.
Kiev responsabilizó de la catástrofe a las milicias de la autoproclamada República Popular de Donetsk. El 13 de octubre de 2015, el Consejo de Seguridad de Holanda, país que encabezó la investigación internacional sobre el derribo del avión, presentó su informe final al respecto. El documento indica que el siniestro fue causado por la explosión de una ojiva 9N314M, instalada en un misil de la serie 9М38 del sistema antiaéreo Buk-M1.