Según un reciente informe del servicio de estudios del Congreso estadounidense, en los campos de batalla en Siria aparecen, como mínimo, ocho diferentes tipos de sistemas de misiles antitanque. Los más temidos son los de producción soviética y rusa que fueron vendidos a la región a lo largo de las últimas décadas.
Además, es bastante difícil equipar al Ejército y al Cuerpo de Marines de EEUU con los sistemas de defensa activa. Aun cuando los estadounidenses decidiesen comprar y poner en servicio los sistemas israelíes que ya fueron probados en los campos de batalla, esto no resolvería el problema a gran escala.
Aún más, los sistemas de protección activa funcionan en la banda de milisegundos a velocidades inaccesibles al hombre, por eso deben ser completamente automáticos, lo que aumenta los riesgos de daños colaterales a los soldados.
Vídeo: la defensa antimisiles salva a un tanque T-72 sirio de la destrucción
Business Insider menciona que en cuanto a los nuevos tanques rusos Armata, estos ya cuentan con un sistema de protección activa con probada efectividad.