El historiador Néstor Restivo analizó el contexto y las repercusiones actuales del derrocamiento del gobierno democrático de Salvador Allende, en 1973. Entre 1971 y 1976 los golpes de Estado se sucedieron en el Cono Sur: contra Juan José Torre en Bolivia, Velasco Alvarado en Perú, el peronismo en Argentina y en Uruguay, entre otros.
“Fue la forma que tuvo el capitalismo regional, en su engranaje con el poder económico mundial, de retomar un sendero de altas tasas de ganancias en las corporaciones multinacionales, que venía en baja y de salir de la crisis capitalista de mediados de los ‘70 con un ajuste en contra de los interesas populares”, explicó el periodista de Voces del Mundo y autor de “Chile. La crisis de 1973 y los ciclos económicos”.
Los gobiernos derrocados, en cambio, buscaban una salida profundizando y reformando el modelo anterior de sustitución de importaciones, reforma agraria, redistribución del ingreso, mayor rol orientador del Estado.
La Unidad Popular de Allende legó a Chile su reforma agraria y su nacionalización de la minería sobre las que se montó buena parte del crecimiento y de la modernización que logró el país posteriormente, aunque obviamente la dictadura del general Augusto Pinochet le dio un curso bien contrario en cuanto a los beneficiados del modelo.
La dictadura fue laboratorio para aplicar el modelo neoliberal de Milton Fridman –que todavía echa raíces en el país andino– y que luego sería aplicado en el primer mundo, con los gobiernos de Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Thatcher en el Reino Unido.
En cuanto al ataque a las Torres Gemelas y a Washington, EEUU aprovechó el clima de miedo para aprobar recortes de libertades y derecho además de aprobar una doctrina militar que inaugura una era de militarismo sin control. El entonces presidente George Bush Jr. declaró “la guerra contra el terrorismo” violando leyes adoptadas internacionalmente. En el mes de julio de 2016 se desclasificaron documentos que prueban el involucramiento del gobierno de Arabia Saudí y aún subsisten muchas más dudas sobre lo acontecido.
En este programa se analizó, además, las elecciones regionales en Alemania, en particular en Meklemburgo-Pomerania, donde la extrema derecha (AfD) salió sorprendentemente segunda detrás de la socialdemocracia y por arriba del partido de gobierno socialcristiano de la canciller Angela Merkel. En dos semanas hay regionales en Berlín y podrá verse el verdadero poder de este sector xenófobo que también tiene, como en otros países europeos, su exponente nada menos que en Alemania.