Videgaray, fue el estratega de las reformas estructurales, encabezadas por la reforma energética que abrió la industria petrolera a la inversión privada y extranjera, bautizado como Pacto por México, apoyado por todas las fuerzas en el Congreso, bautizado por la prensa financiera occidental como el "Mexican Moment".
Hasta la madrugada del miércoles el brillante financista y estratega político era uno de los tres principales aspirantes a la candidatura presidencial oficialista, a las elecciones de 2018, y su dimisión ha dejado libre la pista al jefe de la política interior (Gobernación), Ángel Osorio Chong.
Sobre el cadáver político de Videgaray cayó además una ominosa burla del ultraconservador candidato republicano, quien expresó satisfecho que la caída de Videgaray era una señal del éxito de su reciente viaje a México.
"Si ven lo que ocurrió, las consecuencias que hoy se dijeron, el que quienes arreglaron el viaje a México hayan sido expulsados del Gobierno es muestra de lo bien que lo hicimos y lo bien que lo vamos a hacer", dijo Trump.
El extrovertido magnate sostuvo un enfrentamiento sin disimulo con el presidente Peña Nieto, a quien acusó de mentir sobre los entretelones de la visita privada, en torno a quién pagaría el muro que el multimillonario neoyorkino jura que va a construir en la frontera de los dos países.
En un "Foro de Comandantes de Estado", organizado por NBC, en el que ambos candidatos hablaron de su estrategia de seguridad, Trump dijo que los mexicanos se quedan con los empleos de los estadounidenses, por los acuerdos de libre comercio que jura destruir y que "la gente encargada de arreglar mi viaje a México (Videgaray) fue separada del Gobierno; así de bien nos fue".
Un invitado impredecible
"En la madrugada del miércoles, tras haber sido incapaz de hacer cambiar la determinación de su alter ego en el gabinete, tuvo que tomar decisiones que colapsaron el diseño de su presidencia", escribió el columnista Pablo Hiriart, que ha dirigido en el pasado la agencia estatal de Noticias Notimex.
Cuando Videgaray habló con Peña Nieto "le dijo que debía aceptar su renuncia para restaurarle credibilidad y capacidad de maniobra, frente a la debacle pública que había resultado el viaje del republicano".
Al hacerlo, "el presidente reconoció que esa invitación, en efecto, había sido un error", dice el periodista con acceso a los pasillos de Los Pinos.
Con el dolor del alma
El poderoso exsecretario de Hacienda fue el impulsor de la visita de Donald Trump a México, "con lo que provocó la división del gabinete y la irritación casi unánime de la ciudadanía, que con toda razón ve en el magnate estadounidense al principal enemigo de México", dijo el autor de varios libros sobre México y su relación con EEUU.
"La señal de debilidad ante el prepotente, lanzada con la visita de Trump a Los Pinos, no fue soportada por el país y alguien tenía que pagar el costo político de esa insensatez", escribió.
Y puntualizó: "O se iba el autor de la idea, o el sexenio de Enrique Peña Nieto iba a naufragar dos años antes de concluir (…) entendió la dimensión de su error y con decoro renunció al cargo".
Y el cambio abre también la baraja de la sucesión presidencial, dice Rivapalacio: que, a poco más de un año para que haya candidato, se ha cerrado "a una sola carta", Angel Osorio Chong.