En entrevistas separadas a medios de EEUU y México, ambos abundaron sobre los entretelones de la diputa, que surgió cuando Trump dijo en una conferencia de prensa conjunta, al final de la reunión del miércoles pasado, que no habían discutido sobre el tema y que se abordaría "una próxima vez", pero horas más tarde, el presidente mexicano dijo en sus cuentas de redes sociales que sí se lo había dicho claramente.
El aspirante republicano a la Casa Blanca aseguró que Peña Nieto no le dijo que México se negaba a pagar por el muro: "Él no dijo eso. Él tuiteó mucho tiempo después de que la reunión había terminado", que le había dicho en privado que no estaba dispuesto a pagar.
Por su parte, el presidente mexicano desmintió a Trump en entrevista al diario mexicano Milenio, publicada este mismo martes: "Se lo dije a él, lo he dicho además en varios momentos, México no va a pagar el muro".
Peña Nieto añadió que, sobre la pretensión del millonario neoyorkino de construir un muro en la frontera terrestre de 3.200 km, apuntó que "cada gobierno tiene la libertad de hacer lo que quiera dentro de sus fronteras, pero que es evidente que no vamos a pagarlo".
— Enrique Peña Nieto (@EPN) 1 de septiembre de 2016
Palabra contra palabra
En una especie de fuga hacia adelante, el líder republicano se adelantó: "Hasta que sea presidente, no voy a presionar en nada, pero saben completamente mi postura: mi postura es que vamos a construir un muro y México va a pagar por él; es muy sencillo", remató.
"Veremos quién gana al final, al 100 por ciento, ellos pagarán por el muro", terminó Trump fraseando el pasaje del su agresivo discurso sobre migración pronunciado pocas horas después de la reunión con el presidente mexicano, en Anaheim, Arizona, donde exclamó sonriendo: "Los mexicanos pagarán 100 por ciento por un alto y hermoso muro, pero ellos todavía no lo saben", desatando el regocijo de la multitud.
La cancelación del Tratado de Libre Comercio, "pareciera que no tiene importancia y la tiene, y mucha, de él dependen millones de empleos en México y EEUU".
"Aquí no había más que dos opciones, la del diálogo o francamente la del enfrentamiento, la estridencia y contestar con insultos, y eso a lo mejor me haría muy popular acá, en México", respondió el mandatario sobre su actitud, calificada por la oposición de blanda.
Insistió en que expresó su postura en el encuentro a puerta cerrada, a pesar de no haberlo hecho en la rueda de prensa, donde hubo preguntas expresas de los periodistas estadounidenses, y a pesar de la exigencia de sectores de la sociedad mexicana que exigían una respuesta rotunda a los insultos, que en la conferencia solo definió como "malentendidos".
Luego de la controvertida reunión bilateral, Trump remontó en las encuestas según un sondeo de CNN, tiene 45 puntos porcentuales de las preferencias contra 43 puntos de la candidata demócrata Hillary Clinton.
Clinton también fue invitada por Peña a México al mismo tiempo que su rival, pero dijo a la cadena ABC que rechazaba la invitación para concentrarse en su campaña en EEUU.