Expulsión de refugiados: ¿un negocio electoral para Merkel?
Así lo explica el analista internacional Juan Aguilar. Y aclara que la solución traía un extra: la mano de obra sería mucho más barata, lo que provocaría una bajada general en los salarios. Algo que también es del interés de los empresarios europeos. “Pero esta situación entra en contradicción con los intereses de la sociedad y los intereses políticos del partido de Gobierno”, apunta el experto.
Así, la sociedad se molesta y se opone a tales medidas, por lo que la popularidad de los candidatos cae. Y si cae por debajo de determinados límites, Merkel sabe que perderá las elecciones, y seguramente el trasvase de votos irá a partidos radicalizados de corte populista, de extrema derecha, o nacionalistas, con lo cual lo “el problema se agrava aún más”.
“Ante este escenario, Merkel cambia el paso porque no le queda más remedio. O lo cambia ahora o se lo harán cambiar en las próximas elecciones”.
Juan Aguilar señala que por otro lado “la cuestión de los refugiados tiene una problemática importante por la posibilidad de estar infiltrados por elementos terroristas de Daesh o similares. Ya no hay capacidad para traer más refugiados, el dinero no sobra, y se está a la merced de que Turquía en un momento determinado los utilice nuevamente como un arma geopolítica, con lo cual la situación se va a endurecer bastante” concluye Aguilar.