"Después de consensuar el estatus legal de Hmeymim, se convertirá en una base permanente de las tropas rusas en Siria y tendrá la infraestructura necesaria para que los militares rusos vivan en buenas condiciones", dijo el senador al diario Izvestia.
Klintsévich afirmó que en el momento de la entrada de la Fuerza Aeroespacial rusa en Siria, las tropas del país árabe estaban "desmoralizadas" y que la ayuda oportuna de Moscú les permitió "recuperar la moral".
"Rusia entiende que si no toma medidas será objeto de ataques terroristas. Por ahora no se consigue acordar pasos conjuntos con Occidente y por lo tanto se van estrechando las relaciones con los jugadores regionales, como Siria, Irán e Irak", señaló el vicepresidente del comité de Defensa y Seguridad del Senado ruso.
El senador dudó que Rusia decida emplazar de forma permanente armas nucleares y bombarderos estratégicos en Hmeymim.
"No se emplazarán armas nucleares ni bombarderos estratégicos porque contradice los acuerdos internacionales y causará una gran irritación", dijo Klintsévich.
No obstante, el presidente Vladímir Putin dejó claro que Rusia mantendrá su presencia militar en el puerto sirio de Tartus y en la base aérea Hmeymim.
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