"Tenemos la intención de reducir la tripulación porque ha disminuido el número de las naves de carga que se envían a la EEI, y porque somos conscientes de que es necesario incrementar la eficacia del programa", explicó Krikaliov al diario Izvestia.
A bordo de la EEI suelen trabajar tres astronautas extranjeros y, hoy en día, todos viajan a la órbita en las naves rusas Soyuz, lo que permite a Roscosmos ingresar de 55 a 60 millones de dólares por persona, pero a partir de 2018 pasarán a utilizar el transporte propio, así que dos de las cuatro naves utilizadas por Rusia se quedarán ociosas, recordó el director de la revista Novosti Kosmonavtiki (Noticias de Astronáutica), Ígor Marinin.
La continua reducción del Programa Espacial Federal, según él, lleva a buscar partidas de ahorro y, salvo en el apartado de vuelos tripulados, "ya no hay dónde recortar porque todo se ha reducido a un mínimo".