"Pese a mis protestas, el cada día más autócrata presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, me acusó de estar dirigiendo el 'putsch' —golpe de Estado fallido—", agregó el imán y volvió a pedir a las autoridades de EEUU que no lo extraditen a Turquía, diciendo que allí no le espera un proceso judicial honesto.
#Turquía amenaza con revisar su relación con #EEUU si no extradita a #Gulen https://t.co/o88ciP8v8x pic.twitter.com/FFTBQ9Gu8p
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 18 июля 2016 г.
También afirmó que Erdogan está chantajeando a EEUU, en particular, amenazando con disminuir el apoyo a la coalición internacional antiterrorista, e insistiendo en su extradición.
Lea más: El clérigo Gülen insta a EEUU a evitar un 'ajuste de cuentas' político en Turquía
Sin embargo, Fethullah Gulen aseguró que la reacción del mandatario turco no sorprende.
"Las acusaciones de Erdogan no son sorpresa: ni en cuanto a lo que dice de mí, ni el hecho de que eso demuestra su tendencia sistemática y peligrosa hacia un Gobierno unipersonal", afirmó Gulen.
El opositor aseguró, además, que las sugerencias de Erdogan no solo van en contra de todo lo que él cree, sino también son irresponsables y erróneas.
Lea también: Los expertos explican cómo Erdogan aprovechará la intentona golpista
"Mi filosofía, que es un islam universal y pluralista puesto al servicio del ser humano de cualquier creencia religiosa, no admite la rebelión armada", recalcó Gulen al tiempo que recordó que siempre ha sido opositor de las formas radicales del islam.
"Pero nos callamos cuando —Erdogan— cambió la democracia al despotismo. En los últimos años Erdogan ha cerrado varios periódicos, retirado a miles de jueces, fiscales, policías y funcionarios públicos de sus posiciones y tomado medidas especialmente duras contra las comunidades kurdas", explicó el predicador islámico.
La frustrada intentona golpista que se perpetró en la noche del 15 de julio se saldó con 246 muertos (sin contar a los amotinados) y casi 2.200 heridos.