Además enfatizó que es una decisión de "cortas miras adoptada por una vergonzosa política partidista en una temática de absoluta y fundamental importancia para el futuro de la seguridad no solo de Gran Bretaña sino del mundo", sentenció la política ecologista.
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El lunes pasado el Parlamento británico aprobó la renovación del programa de submarinos nucleares del Reino Unido, que costará 167.000 millones de libras (más de 221.300 millones de dólares).
La renovación del sistema de defensa nuclear del Reino Unido consiste en reemplazar cuatro submarinos nucleares clase Vanguard equipados con misiles balísticos Trident D5 por otros tantos de clase Successor.
Se prevé que los submarinos Successor se construyan para la primera mitad de la década de 2030.
El sistema actual Trident está desplegado en la base submarina de la Marina Real Británica en Escocia.
"Las armas nucleares no solucionan los retos del Reino Unido"
"Las armas nucleares no protegen del terrorismo, no hacen frente a los desafíos de seguridad que enfrenta el Reino Unido", dijo Johnson.
Según los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el costo de la renovación del Trident será de 167.000 millones de libras (244.000 millones de dólares).
En opinión de Johnson, es "totalmente inapropiada" la teoría de la disuasión nuclear desarrollada en 1950, que justificó la necesidad de gastar fondos considerables en la carrera armamentista entre EEUU y la Unión Soviética.
"Pero en el mundo real, un mundo Posguerra Fría no es así como debe funcionar la disuasión", dijo Johnson.
Constató a la vez que "los británicos todavía se aferran a la idea" de impulsar el proyecto de disuasión nuclear pese a que "el hecho de haber tenido armas nucleares desde el año 1952 no nos impidió implicarnos en guerras" ni tampoco permitió a la antigua URSS evitar una derrota en Afganistán o a EEUU en Vietnam.