LONDRES (Sputnik) — Corbyn fue copresidente del CND hasta finales de 2015 y defiende el desarme unilateral, pero su participación en la marcha londinense supone un desafío al grupo parlamentario laborista y al principal sindicato del sector de Defensa.
Convocada bajo el lema 'Stop Trident', y con más de 10.000 asistentes previstos, es la protesta "más importante en una generación" contra la renovación de la flota de submarinos con misiles balísticos Trident II D-5, según el CND.
"Corbyn y otros no comprenden la complejidad de la industria, su importancia para Escocia e Inglaterra y la interdependencia de los astilleros asociados al programa Trident para asegurar su supervivencia", declaró a esta agencia Gary Smith, secretario en Escocia del sindicato GMB.
De acuerdo con GMB, unos 50.000 puestos de trabajo dependen del llamado proyecto 'Sucesor', al que se oponen el Partido Nacionalista Escocés y otras formaciones políticas, además del liderazgo laborista y decenas de organizaciones cívicas.
"Se ha puesto de moda oponerse a las armas nucleares, pero no les importa el golpe que supondría para la clase trabajadora y sus comunidades", denunció el sindicalista.
Corbyn difiere de la línea oficial de su partido y de un buen número de sindicatos afiliados al laborismo, que es partidaria de la renovación de los submarinos nucleares.
Con la esperanza de cambiar el rumbo en la política interna vigente, el veterano de las causas izquierdistas, que fue aupado al poder con un manifiesto a favor del desarme unilateral de Reino Unido, encomendó una revisión de las cuestiones en Defensa y Seguridad.
El informe probablemente llegará tarde a una votación sobre el 'sucesor' del Trident prevista en el Parlamento de Westminster en los próximos meses.
El sindicalista no teme que la polémica de las armas nucleares produzca un cisma entre la dirección del partido y el movimiento sindical.
"No habrá ruptura porque la política laborista es clara a favor de los submarinos Trident y está en línea con la posición de los sindicatos", advirtió el responsable en Escocia de GMB.
Y en un desafío a Corbyn añadió: "puede tener su punto de vista pero eso no cambiará la política del Partido Laborista que se ratificó en el congreso del otoño pasado".