El lunes, el Parlamento del Reino Unido votará sobre si se debe modernizar o no el sistema de armas nucleares Trident, lo que comprende sustituir los cuatro submarinos existentes clase Vanguard con los Successor a partir del 2030.
Agregó que si el Reino Unido renuncia al armamento nuclear, será imposible obtenerlo de nuevo, ya que la creación de nuevos medios de disuasión "puede llevar décadas”.
“Es imposible afirmar con certeza que ninguna amenaza extremista ponga en peligro nuestra seguridad y nuestra forma de vida dentro de 30 o 40 años”, señaló.
A pesar del rechazo enérgico de la oposición, se espera que la decisión sobre la modernización de las fuerzas nucleares británicas sea aprobada en el Parlamento.
El coste del proyecto se estima en 31.000 millones de libras esterlinas.