"Esos reservorios en el lecho marino, a más de 2,5 km de tirantes de agua en el Golfo de México, son un desafío tecnológico que demanda inversiones, que México estima en unos 45.000 millones de dólares", señaló a esta agencia Elio Ohep, director del portal especializado Petroleumworld.
Desde su reunión anterior, en diciembre pasado, "el cartel petrolero no ha podido lograr un acuerdo para congelar la producción para mejorar los precios, en la pasada reunión de petroleros ampliada en Doha, y desde entonces todos han elegido producir al máximo creando una sobreproducción de unos 2 millones de barriles diarios y con poca demanda", indicó Ohep.
La sobreoferta en los suministros globales fue una estrategia de los países con bajos costos de producción terrestre de la península arábiga: así bajaron el precio del barril a su peor nivel en una década, a unos 25 dólares por barril, dijo el experto.
México "apuesta a un precio estable para finales de 2016", y en las últimas semanas los mercados petroleros se recuperan por afectaciones en suministros.
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Las causas están en los sabotajes en Nigeria, incendios forestales en Canadá, y baja producción de rocas de esquisto en EEUU y los principales productores de América Latina, sostuvo el especialista.
Negocio de alto riesgo
Los suministros globales tienden a disminuir, a pesar de que Irán e Irak recuperan sus ritmos de producción: muchas compañías productoras de crudos no convencionales están en proceso de bancarrota en los campos de esquisto en EEUU y las arenas bituminosas de Canadá.
"Hay casi 200 empresas productoras de petróleo de esquisto que han declarado la bancarrota en EEUU, al final de la guerra de precios declarada por los productores de la península arábiga encabezados por Riad", dijo el investigador en temas de hidrocarburos de la Escuela de Gobierno del prestigioso instituto.
Además, los suministros globales pueden ser afectados por una amenaza de huelga en Brasil, a raíz de las versiones de que el nuevo Gobierno —tras la moción de censura que suspendió el mandato presidencial de Dilma Rousseff— podría avanzar hacia la privatización total de la empresa mixta Petrobras, añade el analista.
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EEUU no se libra de esas caídas: "La reducción de la producción petrolera en Estados Unidos es de tal magnitud que de un pico de 10,9 millones de barriles diarios a principios de 2015, para los primeros cuatro meses de 2016 ha bajado a 8,8 millones barriles diarios", dijo el académico, citando reportes de la Agencia Estadounidense de Energía.
Esas reducciones en la producción mundial "han despertado esperanzas de que puedan elevarse los precios del energético, que se han recuperado en los últimos meses arriba de los 40 dólares por barril, pero la demanda no crece en una economía mundial relentecida", acotó.
Todos los productores mantienen su pelea por las posiciones de mercados con una tendencia de poca demanda: "en la península arábiga han aumentado los equipos contratados para perforación, hay 290 equipos desplegados, es una cifra récord", dijo el analista citando datos de la perforadora Baker Huges.
En ese marco, en la reunión ministerial de la OPEP "no se puede esperar ni una reducción ni una congelación de la extracción de crudo para estabilizar los precios", pronostica el investigador del ITESM.
Pero la veintena de las grandes petroleras interesadas en los campos marinos de México, hacen cálculos para largo plazo con altos niveles de inversión y tecnología de última generación.
Los 10 campos que México abre a los inversores extranjeros en sus aguas profundas, se componen de seis reservas fósiles en la Cuenca Salina del Istmo de Tehuantepec (sur del Golfo de México), con tirantes de agua de hasta 1.500 metros, cinco de crudo y uno con gas.
Otros cuatro campos se ubican en el Cinturón Plegado de Perdido, en la frontera marítima con EEUU para explotación de crudo ligero a profundidades de más de 3.000 metros.
En promedio, cada uno de esos 10 campos estratégicos requiere unos 4.500 millones de dólares para desarrollar una explotación de hasta cinco décadas.
Los requisitos para concursar son del mismo gran calado: los operadores deben contar con capital contable de 2.000 millones de dólares, o activos totales por 10.000 millones de dólares. Son cuentas para pesos pesados.