En la balanza comercial de enero-abril de este año, el décimo productor mundial de crudo registró un saldo negativo de −3.699 millones de dólares, en su balanza comercial entre exportaciones petroleras e importación de gas y productos refinados o petrolíferos.
En cambio, las importaciones para el consumo interno de gas y petrolíferos —gasolinas, diésel, combustóleo— se elevaron a 8.491 millones de dólares en el mismo lapso del primera tercera parte del año (enero-abril).
A diferencia de otros países petroleros latinoamericanos, de las exportaciones totales del país que ascendieron a 115.563 millones de dólares en los primeros cuatro meses del año, las exportaciones petroleras sumaron solo 4.792 entre enero y abril, es decir, apenas un 4,14 por ciento de las ventas totales mexicanas de productos al exterior, en las cuales predominan las manufacturas.
Bajos precios y menos producción
Solo en abril, el saldo negativo fue de, dado que las exportaciones apenas sumaron 1.314 millones de dólares, lo que representa un −30,8 por ciento menos comparado con el año anterior, mientras que las importaciones de hidrocarburos fueron de 2,487millones de dólares, un −7,6 por ciento,
Por lo tanto, solo en el mes pasado, el saldo negativo de la balanza petrolera fue de 1.173 millones de dólares.
La demanda interna de petrolíferos en México fue de 1,4 millones de barriles diarios en todo 2015, y el país productor de crudo necesitó importar cada día 634.500 toneles refinados, un 45 por ciento de gasolinas, diesel, combustóleo y turbosina consumida.
La producción petrolera de México sigue bajando y ha descendido a 2,17 millones de barriles diarios promedio, en abril de 2016, de los cuales exportó 1,08 millones de barriles de crudo diarios
Pemex marcó hace 12 años un récord de producción de 3,40 millones de toneles diarios, en 2004, pero desde esa marca histórica comenzó a bajar en forma sostenida
México ha abierto el monopolio petrolero estatal que mantuvo la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) con une reforma energética de la Constitución que autoriza la inversión extranjera y privada.
Los primeros 30 contratos adjudicados desde 2015 han atraído unos 7.000 millones de extracción y exploración, de los cuales 20 empresas son mexicanas.
Pero la principal licitación ocurrirá a finales de este año 2016, cuando salgan a concurso los yacimientos de aguas profundas del Golfo de México, en la cual el estado mexicano espera más de 40.000 millones de dólares en inversiones.