Ambas partes podrán apelar la decisión de esta corte de primera instancia sobre uno de los más inusuales casos de extradición.
Londres ha rechazado en tres ocasiones la entrega de Troitiño a la Audiencia Nacional de Madrid desde el inicio de los trámites legales en 2011.
En este cuarto proceso las autoridades españolas vuelven a reclamar al antiguo miembro del comando Madrid, que cumplió una condena de dos décadas en prisión por delitos terroristas, por falsificación de documentos oficiales y reintegración a ETA.
El juez Liddle rechazó en el juicio anterior la extradición por documentación falsa y el abogado fiscal, Ben Lloyd, pasó por alto este presunto delito en sus argumentos en representación de España.
De acuerdo con Mark Summers, abogado del ex preso etarra, existen vías alternativas abiertas a los jueces españoles para interrogar a su cliente en Inglaterra.
Esto se podría efectuar, según defendió en la sala 1 del Tribunal de Westminster, mediante una comisión rogatoria tradicional que facilitaría la comparecencia de Troitiño ante un juez británico.
Esta opción, a la que España solo accedió tras perder el tercer proceso de extradición, es motivo ahora de distensión entre la Fiscalía y el Home Office, según se puso en evidencia en la vista de este martes.
En documentos presentados ante el magistrado, Interior informó a Madrid el pasado octubre de que esta alternativa no era factible en relación con el supuesto etarra.
"El consejo erróneo que España ha recibido del Home Office y no la ausencia del señor Troitiño de España, es la causa del estancamiento del proceso", argumentó Summers antes de remarcar que "todavía es factible interrogar en Reino Unido" a su cliente.
Summers recordó sin embargo que "España ha perdido la confianza del Tribunal Superior británico en este caso" y ha roto el "principio de mutua confianza" en los sistemas judiciales de Estados miembros de la Unión Europea con el repetido "incumplimiento de compromisos y garantías" dados a jueces de Reino Unido.
El magistrado Riddle reconoció que necesitará "más tiempo de lo pensado" para dictar sentencia en un caso de extradición que se enturbia a cada paso.
Mientras, Troitiño continuará en libertad bajo fianza y sujeta a una serie de condiciones que estarán vigentes hasta su retorno al tribunal de Westminster el 14 de junio.