Durante el intento de asesinato, el etarra mató a un ertzaina —agente de policía del País Vasco— que intentó frustrar el atentado.
Además de la pena de prisión, Gogeaskoetxea deberá pagar una indemnización de 500.000 euros a la viuda de la víctima.
El etarra preparó la detonación de tres grandes jardineras con el objetivo de lanzarlas a las escaleras del acceso principal del museo cuando pasara el monarca, según recoge el acta.
Momentos antes de lanzar las bombas, Gogeaskoetxea y otro etarra ya condenado, Kepa Arronategui, fueron sorprendidos por dos agentes y el acusado disparó contra uno de ellos, que falleció en el acto.
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Tras el intento de atentado, los dos hombres huyeron en un vehículo robado.