"Hay que recuperar la normalidad penal y penitenciaria", afirmó Urkullu en el pleno de política general que celebra hoy el Parlamento vasco.
En octubre de 2011 la banda comunicó el cese definitivo de la violencia, sin embargo, todavía no se ha producido el desarme completo.
Esta semana se produjo la detención de dos de los dirigentes de la última cúpula de ETA, David Pla e Iratxe Sorzábal, un "hecho positivo", según palabras del lehendakari.
Con estas detenciones, muchos expertos señalan que el final definitivo de ETA está más cerca, sin embargo, es "importante" completar el proceso de desarme que tenga un carácter "irreversible, incondicional, total y verificable", según Urkullu.
"Será una propuesta para recuperar, desde principios legales y humanitarios, el estado de normalidad penal y penitenciario" de los presos de la banda.
El objetivo, según Urkullu, es orientar el sistema a la "reinserción y la convivencia".
"La sociedad espera que contribuyamos cuanto antes, y del mejor modo posible, al final definitivo de la violencia y un principio renovador de la convivencia", apuntó el mandatario.
El Gobierno vasco decide dar este paso para romper con el "bloqueo" que, a su juicio, existe en tres ámbitos: el desarme de la banda, la situación de los presos y la reflexión "crítica" del pasado.