"La experiencia nos demuestra que cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo", dijo el Papa en el pasaje central de su discurso de unos 15 minutos.
La privilegiada ubicación geográfica del país latinoamericano "lo convierte en un referente de América; y sus culturas indígenas, mestizas y criollas, le dan una identidad propia que le posibilita una riqueza cultural no siempre fácil de encontrar y especialmente valorar", dijo Francisco ante toda la clase política nacional y representantes de todos los poderes del Estado mexicano, en el histórico recinto frente a la Plaza Mayor del Zócalo capitalino.
Discurso para los jóvenes
Francisco, quien ha anunciado que el mensaje de su gira esté dirigido a los jóvenes, los indígenas y los migrantes, dijo que “la sabiduría ancestral que porta su multiculturalidad es, por lejos, uno de sus mayores recursos biográficos, una identidad que fue aprendiendo a gestarse en la diversidad y, sin lugar a dudas, constituye un patrimonio rico a valorar, estimular y cuidar”.
Luego de señalar los principales males del país, que el líder religioso ha elegido para dirigirse a toda la cristiandad, Francisco ha señalado que “un pueblo con juventud es un pueblo capaz de renovarse, transformarse”.
Francisco, quien sostuvo un encuentro histórico en la víspera con el patriarca Kiril de la iglesia Ortodoxa de Rusia, en La Habana, dijo que “el compromiso de los que nos llamamos cristianos, es que nos entreguemos a la construcción de una política auténticamente humana y una sociedad en la que nadie se sienta víctima de la cultura del descarte”.
Esta realidad lleva “inevitablemente a reflexionar sobre la propia responsabilidad a la hora de construir el México que queremos, el México que deseamos legar a las generaciones venideras”, puntualizó.
Un futuro esperanzador, prosiguió, “se forja en un presente de hombres y mujeres justos, honestos y capaces de empeñarse en el bien común”. Sin embargo, lamentó, “en el siglo XXI el bien común no goza de buen mercado”.
La identidad de México ha sido forjada –añadió-, “en duros y difíciles momentos de su historia por grandes testimonios de ciudadanos que han comprendido que, para poder superar las situaciones nacidas de la cerrazón del individualismo, era necesario el acuerdo de las instituciones políticas, sociales y de mercado (…), en la búsqueda del bien común y en la promoción de la dignidad de la persona”.
Francisco llamó a facilitar el “acceso efectivo a los bienes materiales y espirituales indispensables: vivienda adecuada, trabajo digno, alimento, justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz”.
Finalmente le dijo a Peña que el Gobierno mexicano puede contar con la colaboración de la Iglesia católica, “en la edificación de la civilización del amor”.