El gobierno de Enrique Peña se apresta a "realizar un ajuste al gasto, empezando por Pemex", indica un comunicado del despacho del jefe del gabinete económico.
El Gobierno federal y Banxico "seguirán trabajando de manera conjunta para utilizar todos los instrumentos de política económica", y ambas instancias analizan "las acciones a tomar con Pemex ante los bajos precios del petróleo que se espera continuarán", indica la declaración de Videgaray.
La "absoluta coincidencia" con la visión de Banxico contempla "enfrentar la volatilidad y aversión al riesgo que existe con respecto a los mercados emergentes, utilizando de manera integral y bien coordinada los instrumentos de política económica, como la política fiscal y monetaria", dijo el secretario de Finanzas.
Los impuestos a la exportación petrolera del décimo productor mundial de crudo han pasado de aportar un 40 por ciento al gasto público en 2012, a menos del 20 por ciento en 2015.
El gobierno ha decidido "acompañar este ajuste al gasto de Pemex con un ajuste preventivo para 2017, dado el entorno en precios de petróleo, lo que generará una menor disponibilidad de recursos para el gasto federal", anunció el responsable de las finanzas públicas del país latinoamericano.
Ingresos blindados
Para 2016 las finanzas públicas se encuentran "protegidas por la cobertura petrolera contratada", puntualizó Videgaray.
En 2015, México ganó 5.600 millones de dólares con esas coberturas petroleras: recibió en sus finanzas públicas un pago de 6.300 millones de dólares de la banca extranjera, a cambio de unos 700 millones de dólares pagados por esos seguros.
Los seguros del precio del barril se elevaron en 2016 y ha costado unos 1.100 millones de dólares, pero el Gobierno ha protegido así sus ingresos fiscales anuales, una protección excepcional que tiene México, con la que no cuentan otros países productores de petróleo.
México se adelantó a otros países y aplicó desde hace un año una reducción preventiva del gasto público de alrededor de 0,8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), unos 8.000 millones de dólares, de los cuales Pemex cargó con la mitad de ese recorte de gastos.
Se secretario Videgaray no anunció la magnitud del nuevo recorte para 2017, del cual Pemex será el mayor afectado, en un año decisivo cuando salgan a licitación campos petroleros en aguas profundas, donde el Estado mexicano espera firmar contratos por unos 44.000 millones de dólares para cinco años.
Más del 90 por ciento de la economía mexicana ha dejado de depender del petróleo y sólo 6 por ciento son ventas de crudo, mientras hace dos décadas, en 1985, más del 80 por ciento de sus exportaciones eran petróleo crudo.