"Debemos analizar esta cuestión con los ojos abiertos y manteniendo la sangre fría", dijo.
Previamente, el premier británico reiteró que mientras el presidente sirio, Bashar Asad, continúe en el poder, Siria representará "una amenaza para los intereses de Reino Unido" en cuestiones fundamentales de migración y terrorismo islamista.
Reino Unido es miembro de la coalición internacional liderada por EEUU que bombardea posiciones de los terroristas en Siria desde 2014, sin consentimiento de Damasco ni aprobación de la ONU.
Las Fuerzas Aeroespaciales rusas también realizan una operación antiterrorista en el país árabe desde septiembre de 2015, a petición explícita de Asad.