"Acompaño nota de mi autoría referida al suicidio del exfiscal Alberto Nisman con una hipótesis que (…) puede ayudar a la difícil y pesada tarea institucional que tiene sobre sus hombros", escribió Moreau en la misiva dirigida a la jueza Fabiana Palmaghini.
“En caso de comprobarse finalmente el deceso del exfiscal por su propia decisión como todos los indicios criminalísticos lo hacen suponer, debería ahondarse en quién o quiénes lo indujeron a ese trágico desenlace”, explicó el dirigente, según consigna la agencia estatal de noticias Télam.
Moreau sugirió a la jueza que interrogara a la actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a la actual titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, y al exdirector de Inteligencia, Alberto Massino.
Diputado y senador por la Unión Cívica Radical (UCR) entre 1983 y 2001, Moreau se separó gradualmente de la dirigencia de su partido y en 2014 se sumó con su sector al Frente para la Victoria de Cristina Fernández; la UCR lo expulsó formalmente en diciembre.
Nombrado fiscal especial para el caso en 2005, dos años después pidió el procesamiento de ocho personas como autoras intelectuales del crimen, la mayoría altos cargos del Gobierno de Irán.
En la misma semana en la que apareció muerto, el fiscal había acusado públicamente a la entonces presidenta de encubrir la supuesta responsabilidad de Irán en el ataque a la AMIA.
Nisman murió 48 horas antes de comparecer ante el Congreso para ratificar su denuncia contra Fernández.
Si se presentaba ante el parlamento, Nisman sabía que “se conocería lo mismo que se conoció después de su muerte: la existencia de cuentas secretas donde le depositaban fuertes sumas de dinero algunos de los servicios extranjeros y locales, como así también fondos provenientes de extraños financistas", añadió.
Ante la imposibilidad de avanzar en el interrogatorio de los acusados, sobre los que pendía captura internacional, Argentina e Irán firmaron en 2013 un Memorándum de Entendimiento para la investigación del atentado.
Nisman se opuso con vehemencia a ese acuerdo y a fines de diciembre de 2014 retornó apresuradamente al país de unas vacaciones para denunciar a la entonces presidenta Fernández y a su canciller Héctor Timerman de haber pergeñado el memorándum con el fin de encubrir a los sospechosos iraníes.
El 18 de enero de 2015 Nisman fue hallado muerto de un balazo en la cabeza en su apartamento de la ciudad de Buenos Aires, sin que todavía estén claras las causas de su muerte.