Moscú afirma que su operación aérea en Siria durará mientras el Ejército sirio siga luchando contra los terroristas.
Además, justo antes del comienzo de la operación de Moscú en Siria, los servicios de Inteligencia de Rusia, Siria, Irak e Irán crearon un centro de intercambio de información en Bagdad para coordinar su lucha contra Daesh.
A mediados de octubre el presidente ruso, Vladímir Putin, llamó a todos los países interesados a sumarse a la labor de dicho centro.
Operación legítima
Desde el principio Moscú destacó la legitimidad de su operación en Siria, a diferencia de los ataques que realiza desde 2014 la coalición liderada por Estados Unidos que ataca desde el aire objetivos de Daesh desde 2014 pero no cuenta con una autorización del Gobierno sirio ni un aval del Consejo de Seguridad de la ONU.
El 1 de octubre el canciller ruso, Serguéi Lavrov, señaló que Rusia no podía integrar la coalición encabezada por EEUU que se creó al margen del derecho internacional que permite el uso de las Fuerzas Armadas en el territorio de los terceros países solo tras una decisión del Consejo de Seguridad de la ONU, una solicitud del Gobierno legítimo de ese país o como medida de autodefensa.
Mientras, a finales de noviembre el presidente ruso, Vladímir Putin, subrayó que Rusia estaba dispuesta a cooperar con la coalición antiterrorista.
Los resultados
Los aviones rusos, que en total realizaron unos 4.000 vuelos de combate, eliminaron miles de camiones cisterna de crudo, almacenes de petróleo y refinerías, controlados por Daesh.
A finales de noviembre, el ministro sirio de Exteriores, Walid Mualem, confirmó que las tropas sirias consiguieron grandes avances en la lucha contra Daesh gracias al apoyo de Rusia.
Los blancos de la operación rusa
Rusia rechaza rotundamente estas acusaciones y afirma que el único objetivo de sus bombardeos en Siria es acabar con el terrorismo.
Además, a mediados de noviembre, Vladímir Putin en entrevista a los medios rusos y turcos afirmó que Rusia coopera con la oposición moderada siria, incluido el Ejército Libre Sirio. Precisó que la aviación rusa realizó varios bombardeos contra los objetivos indicados por este grupo opositor.
La amenaza intensifica la operación
El Airbus A321 de la aerolínea Kogalymavia, que volaba de Sharm el Sheikh a San Petersburgo, se estrelló el 31 de octubre en la península egipcia del Sinaí a raíz de la explosión de un artefacto a bordo, según la versión oficial de Moscú.
El 17 de noviembre, luego de que se confirmara el atentado a bordo del A321, Vladímir Putin llamó a intensificar la operación rusa en Siria contra Daesh "de manera que los criminales sepan que el castigo es inevitable".
El mismo día el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, anunció que el país lanzaría un ataque masivo contra las posiciones de Daesh en Siria, duplicando las salidas de sus aviones de combate.
Unos días después, Rusia aumentó de 38 a 69 el número de aviones implicados en la operación en Siria.
El 3 de diciembre, en su mensaje anual ante el Parlamento de Rusia, Vladímir Putin llamó a crear un frente antiterrorista unido que actuara basándose en el derecho internacional y bajo el amparo del a Organización de Naciones Unidas.