“Me gustaría que Rusia tuviera un papel más constructivo en la lucha contra el Estado Islámico y concentrara sus ataques aéreos en ese objetivo. Hasta ahora han bombardeado a otros grupos y su interés es sobre todo apoyar a Asad”, apunta Stoltenberg.
El secretario general de la OTAN se defiende de las acusaciones de Rusia, que les acusa de no atacar las instalaciones petrolíferas del EI, organización prohibida por Rusia.
Stoltenberg también ha mostrado su apoyo a Turquía ante el conflicto con Rusia y las acusaciones que pesan sobre el Gobierno turco de permitir el tráfico de petróleo de la organización terrorista yihadista.
“El Gobierno turco ha rechazado con firmeza esas acusaciones. También se ha comprometido a vigilar mejor las fronteras y combatir el contrabando”, apunta el mandatario noruego.
En cuanto al derribo del avión ruso, el secretario general de la OTAN defiende a su aliado. “Todos los países tienen derecho a defender y proteger su integridad territorial, incluido su espacio aéreo”, señala.
Sin embargo, tras lo ocurrido, destaca que “lo importante es cómo tranquilizar la situación y cómo desarrollar mecanismos para evitar incidentes similares”.
Daesh, o autoproclamado Estado Islámico, es una organización terrorista proscrita en varios países, incluida Rusia.